La fábula dice que lo hacen para aplacar el ardor de las mordidas de víboras, pero lo cierto es que los flamencos se paran en una sola pata para reducir sus niveles de fatiga y regular la temperatura corporal. Dos científicos de la Universidad de San José en Filadelfia (EE.UU.) descubrieron, además, que dicha posición forma parte de un mecanismo dirigido a conservar el calor en el agua y defenderse de los depredadores.
Fuente: "El Mercurio"
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