La rehabilitación de 20 tranques ya existentes, la
construcción de 28 tranques de regulación corta y de 6 embalses de regulación
interanual son algunas de las medidas concretas que se deben aplicar en la zona
del Maule Norte para mejorar el problema de riego que enfrentan y que,
obviamente, se torna más complejo en temporadas de sequía. Avanzar en estas
medidas permitiría reducir las pérdidas de agua beneficiando a 2.750
agricultores de la zona.
Carmen Luz Ibarra
El Sistema de Riego "Maule Norte", en la VII
Región, es el más extenso del país en superficie regada (75.000 ha regadas) y
es también, uno de los más importantes en relación a la producción agrícola
regional y nacional. La Asociación Canal Maule (ACM) que administra y controla
los recursos de este sistema, está integrada por alrededor de 3.200
accionistas, los cuales mayoritariamente (95%) son medianos y pequeños
agricultores de las comunas de San Clemente, Pelarco, San Rafael, Río Claro y
Talca.
Y en el último tiempo no lo han pasado bien. En el 2010 fue
el terremoto el que afectó la infraestructura de buena parte de la VII región,
que fue reparada como para devolver la capacidad de riego a tiempo para la
siguiente temporada. Pero en el camino el clima decidió intervenir y la sequía
se instaló arriesgando la producción agrícola. Precisamente por los problemas
que ya se venían viviendo y previendo que la tendencia futura será a la
modificación y disminución de las lluvias, fue que hace la Asociación Canal del
Maule decidió conocer en profundidad la realidad de los recursos hídricos y la
eficiencia de su uso para lo que hace dos años, que inició un estudio sobre
"Regulación y Gestión de las Aguas de Riego del Maule Norte",
ejecutado por el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), con
cofinanciamiento de Innova Chile de CORFO.
El objetivo era, como indica en una carta a Revista del
Campo Demetrio Errázuriz, presidente de los canalistas del Maule, para
"buscar fórmulas para aumentar la capacidad del embalse" del agua de
la zon.
Tras analizar 54 tranques y embalses de cinco comunas de la
provincia de Talca y concluyeron que en la zona norte el 79,7% del agua se
pierde en el mar (algo similar a lo que ocurre en todo el país, producto
principalmente de la estructura geográfica que hace que el agua caída tarde
menos de 36 horas en llegar al océano). Pero, esa es sólo una cifra gruesa que
no refleja la realidad de todo el recorrido del agua. Porque lo que el estudio
mostró efectivamente fue que el sistema de riego de la Asociación de Canalistas
tiene eficiencias de 90% en captación y 86% en condición. "Ambos valores
son buenos considerando que nuestra red de canales tiene más de 1.350 km
equivalente a la distancia entre Talca y Copiapó, sin embargo también se obtuvo
como resultados teóricos eficiencias de un 38,2% en acumulación y de un 68% en
la aplicación directamente en el predio agrícola", explica Julio Lavín,
gerente de la Asociación Canal Maule.
Entonces, ¿qué explica ese 79,7% de pérdidas?
"El resultado de multiplicar todas estas eficiencias
dio para nuestro sistema una eficiencia hídrica global de un 20,3%. Esta es una
realidad en gran parte de las zonas agrícolas chilenas, somos deficitarios en
embalses locales así como también los de alta cordillera que no están
considerados en este estudio", precisa Zañartu.
En pocas palabras, la situación del Maule Norte es un
reflejo de lo que ocurre en la mayor parte del país, donde escasean los
embalses de riego -hay un atraso de más de 50 años, aunque en el último tiempo
se viene apurando el tema desde el Ministerio de Agricultura (a través de la
Comisión Nacional de Riego) y Obras Públicas.
"Esta situación es sin duda un reflejo de lo que es
esperable encontrar en otras cuencas, por la falta de embalses para riego",
indica el presidente de los canalistas maulinos.
No solo más acumulación
Por ello insisten en la necesidad de de mejorar la capacidad
de acumulación de la zona, pero no sólo la de grandes obras.
"Actualmente, nuestra Asociación Canal Maule considera,
tal y como lo muestra el estudio, que es un sistema muy deficiente en tranques
y debe ser mejorado. Lo anterior sumado a las constantes sequías y cambio
climático hacen fundamental pensar en un plan de ampliación de la capacidad de
almacenamiento de aguas", recalca Lavín.
El estudio dejó claro que había problemas también en la
infraestructura existente, como el embancamiento con sedimentos de 20 tranques.
Por ello, la asociación está ya trabajando en la recuperación de esas
capacidades. Además, a mediano plazo, está planteada la construcción de otros
28 tranques, considerados de regulación corta, y a largo plazo la de seis
embalses de regulación interanual. A nivel del manejo interpredial también hay
ineficiencias que subsanar. Por ejemplo, el riego por tendido -es decir, con
mínima aplicación de tecnología- genera importantes pérdidas.
"Hay problemas tanto en los canales como en la
aplicación del agua al suelo, ya que todavía falta mucha tecnificación, se
sigue regando por surcos y con eso se pierde el 60% del agua. Estas son medidas
que deben ir tomando", explica Luis Gómez, encargado del proyecto por
parte del Cirén.
Por ello, uno de los principales desafíos de la Asociación
es implementar, en el mediano plazo, el programa de tranques de regulación
corta, los que pérmitirían acumular las aguas durante las horas que un
agricultor no la está utilizando, aún cuando tenga los derechos, por lo que ese
recurso se desperdicia.
"Si un agricultor riega 10 horas diarias, obviamente
deja de utilizar sus derechos de agua las 14 horas restantes, por lo tanto si
no posee obras de acumulación (tranques), estas aguas se pierden arrojando un
factor de uso de 42% en época de riego. Si a esto sumamos lo que sucede en
invierno donde no se riega y donde no hay posibilidad de guardar agua (tranque
interanual), obviamente este factor de eficiencia de uso disminuye
significativamente", explica Lavín.
Buena parte de los problemas son de desconocimiento y falta
de conciencia en los mismos agricultores sobre la importancia de un manejo adecuado
y de la incorporación de la tecnología como herramienta para paliar los efectos
del cambio climático en el cambio de régimen pluviométrico.
"La gran mayoría de nuestros regantes son propietarios
de predios con menos de 50 hectáreas, donde las pérdidas por aplicación o tipo
de riego usado en el predio son superiores al 35%, principalmente influenciados
por el riego tendido sin uso de tecnología. En este sentido, queremos trabajar
más intensamente con los presidentes de comunidades de riego y pequeños agricultores
dando a conocer los diferentes mecanismos, métodos y prácticas que permitan el
uso más eficiente del agua, mostrándoles las fuentes de financiamiento
disponibles para invertir en infraestructura y equipamiento, que permita
garantizar el suministro de agua o paliar las pérdidas. Además de lo anterior
queremos continuar implementando estaciones telemétricas de monitoreo que
permitan mejorar la gestión en el manejo de nuestras aguas", precisa
Lavín.
Si bien hay 90% eficiencia en captación, falta mayor
tecnología en el manejo interpredial
Financiamiento para
avanzar
Los resultados obtenidos tras este estudio abordan obras de
distintas magnitudes y, por tanto, diferentes en montos de inversión. ¿Cómo se
financiarán? Lavín explica que los proyectos de rehabilitación de tranques
existentes son abordables a través de subsidios como la Ley 18.450 de INDAP.
Sin embargo, los proyectos de mayor nivel de inversión como los tranques
interanuales requerirán de mecanismos distintos de financiamiento, por ejemplo
a través del gobierno regional.
José Luis Gómez coincido con Lavín respecto a que los nuevos
tranques se pueden financiar con la Ley del Fomento al Riego, mientras que los
seis embalses interanuales o de temporada podrían abordarse con fondos del
Ministerio de Obras Públicas o de gobiernos regionales.
Las nuevas obras
Respecto a los plazos para la construcción de las obras de
riego, Gómez comenta que para tranques -es decir, menores a 50.000 m3- y
embalses de regulación interanual -mayores a 1.000.000 m3- son muy variables,
debido que las lluvias impiden usar la maquinaria.
¿Dónde se emplazarían estas obras?
En el caso de los tranques a rehabilitar, desde Pelarco
hasta Bramadero; los tranques nuevos, desde Bramadero hacia el norte, siguiendo
el trazado de los canales matrices, al inicio de la precordillera; y los nuevos
embalses de regulación interanual, desde el sector Peralit -Las Brujas hacia el
norte, en la zona vecina al río Lircay.
FUENTE: http://diario.elmercurio.com/2013/01/14/revista_del_campo/_portada/noticias/fe749359-a0e0-4b76-b2ff-8c66a1fb4530.htm