lunes, 10 de junio de 2013

HidroAysén acusa demora en entrega de derechos de agua por parte de la DGA

Según la empresa, los plazos generales en este tipo de procedimientos no superan los diez meses de tramitación y, en este caso, se extiende por más de cinco años.
SANTIAGO.- La compañía HidroAysén (Endesa Chile 51% y Colbún 49%) envió un documento "téngase presente" a la Dirección General de Aguas (DGA), en el cual se acusó la demora de más de cinco años para que el organismo resuelva la solicitud de un aprovechamiento de aguas no consuntivo sobre aguas superficiales y corrientes del río Baker.
    
De acuerdo a lo publicado hoy en El Mercurio, el gerente legal de HidroAysén, Camilo Charme, da cuenta de todos los pasos seguidos por la compañía para obtener este permiso y las demoras que ha tenido la autoridad en otorgarlo.

Entre los argumentos presentados por la compañía para fundamentar su posición, se señala que la solicitud fue ingresada en agosto de 2007 y que cumplía desde el inicio con todos los requisitos para que el derecho de aprovechamiento le fuera otorgado.

"Los plazos generales en este tipo de procedimientos no superan los diez meses de tramitación, contabilizados entre la presentación y la resolución. El procedimiento de mi representada se extiende por cinco largos años y nueve meses", afirma en la misiva el gerente legal.

El derecho que está pidiendo HidroAysén es trascendente para la operación futura de dos de sus cinco centrales que operarán en el río Baker y que en su conjunto suman 1020 MW de potencia. Esto, porque toda compañía hidroeléctrica debe contar con derechos de aprovechamiento de aguas no consuntivo, lo cual obliga a la compañía a devolver el insumo utilizado al caudal del río.

Codelco y Freeport evalúan sinergias para expansiones de Radomiro Tomic y El Abra.

Las economías de escala pueden concentrarse en la construcción de una planta desalinizadora de agua y en el abastecimiento eléctrico. Los primeros acercamientos fueron en 2009. La semana pasada se retomó el análisis.
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Una importante decisión está evaluando la minera estatal Codelco para abaratar costos en uno de sus proyectos llamados estructurales: la expansión de Radomiro Tomic, en la II Región, que contempla ir hacia la explotación de sulfuros luego del término de la vida útil de los óxidos, hacia 2018. La iniciativa considera US$ 5.400 millones y de ese monto US$ 1.500 millones irán a la construcción de una planta de desalinización de agua de mar para sus operaciones que, con una capacidad de unos 1.600 litros por segundo, será la más grande del sector minero. Una de las opciones es abordar la construcción con Freeport McMoran, su socia en El Abra, principal yacimiento de la estadounidense en Chile y que en 2012 produjo más de 136 mil toneladas de cobre.

Freeport, liderada en Chile por el ex presidente del Consejo Minero, Francisco Costabal, también está evaluando el uso de esta tecnología para los planes de expansión del yacimiento El Abra, que está a unos 30 kilómetros de Radomiro Tomic, que también explotará sus recursos sulfurados con el fin de elevar, a largo plazo, su producción a unas 300 mil toneladas de cobre por año.

Los análisis preliminares de la estadounidense estiman que la inversión para ampliar el yacimiento llegaría a unos US$ 5 mil millones. El valor considera la construcción de una desalinizadora en Tocopilla. Pero para eso, la firma además tendría que construir un mineraducto para cargar el mineral que se exportará.

Ante este escenario, Codelco quiere retomar las conversaciones que en 2009 comenzó con Freeport para analizar sinergias con Radomiro Tomic Fase II, que hoy está en factibilidad, y El Abra Mill project, en etapa de prefactibilidad.

Primeros acercamientos

En 2009, Codelco contempló la creación de un comité de técnicos encabezado en la estatal por Sergio Gaete, entonces gerente de Desarrollo Sulfuros de Radomiro Tomic, quien trabajó con ejecutivos de El Abra para ver posibles sinergias en sus futuros crecimientos. Al inicio de las conversaciones, Freeport propuso la construcción conjunta de una planta concentradora, unidad esencial para la producción de cobre, ya que ambas minas requerirán una nueva unidad de una capacidad que varía entre las 200 mil toneladas y las 240 mil toneladas de mineral por día. En ese momento, además, se habló de compartir un puerto en Tocopilla, y un mismo tranque de relaves, según ejecutivos conocedores de esos acercamientos. En esa ocasión, se preveían sinergias por sobre US$ 1.000 millones.

El comité se reunió todo ese año e incluso se realizó un estudio de factibilidad. También hubo una reunión en Santiago entre el entonces presidente ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, y el presidente de Americas division de Freeport, Harry Conger. Pero la idea se desestimó y el trabajo se congeló por dos años. La estatal retomó en las últimas semanas las conversaciones para ver posibilidades de trabajar en conjunto.

Las intenciones de buscar sinergias fueron confirmadas por Codelco. “Hay posibilidades de trabajo en conjunto en esa faena. Radomiro Tomic y El Abra son vecinos. Hay temas que se están viendo para el largo plazo, nada con un impacto en los próximos tres o cuatro años”, confirmó Thomas Keller, consultado por La Tercera. Los trabajos en conjunto también podrían darse en el ámbito energético, agregó.

En Freeport McMoran, en tanto, confirmaron que “los estudios de prefactibilidad para una concentradora consideran el uso de agua de mar desalada, para lo cual se construiría una planta en torno a Tocopilla. Actualmente no hay una definición respecto al tamaño de las instalaciones de la planta concentradora”.

Nuevas reuniones

La semana pasada, en el directorio de El Abra, donde Codelco tiene presencia porque controla 49% del proyecto, se conversó sobre el tema de retomar los análisis para buscar sinergias, según ejecutivos al tanto de los acercamientos.

Las mineras, explican las fuentes, estarían analizando una nueva ubicación para la planta desalinizadora, punto vital para avanzar en otras áreas de trabajo.

Uno de los aspectos cruciales de la construcción de la infraestructura es la o las tuberías que se tendrían que construir para impulsar el agua desalinizada a las faenas. “Ese punto es complejo, porque El Abra está a mayor altura que Radomiro Tomic”, dice un ejecutivo del sector. Estimaciones preliminares indican que El Abra requeriría cerca de 500 litros por segundo de agua para abastecer sus futuras necesidades operativas.

Según explicó la estatal en el ingreso a tramitación ambiental del proyecto de expansión de Radomiro Tomic, la planta estará a 14 kilómetros al sur de Tocopilla. El agua será conducida a las instalaciones de RT, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, a través de una tubería de 48” de diámetro y una longitud de 160 kilómetros.

Un tema que podría entorpecer los acercamientos son los tiempos de ejecución de los proyectos de expansión. Codelco quiere comenzar a operar la segunda fase de Radomiro Tomic a partir de 2017. El Abra, en cambio, todavía está en etapa de prefactibilidad y la segunda fase de los estudios terminaría recién a mediados de 2014.

En el tema energético, las potenciales sinergias aún no se conversan formalmente. Codelco está impulsando la construcción de una central a gas natural en Mejillones: Luz Marina, de 760 MW de capacidad, por US$ 758 millones. Una opción es asegurar un contrato de suministro futuro para quien se adjudique la construcción de la obra, explican fuentes del sector, e indican que Freeport tendría un preacuerdo de contrato con una eléctrica de la zona.

Otra alternativa es potenciar la presencia de Codelco en el GNL de Mejillones, donde tiene el 37% y GDF Suez posee el 63%. Esto, con el fin de tener asegurado el abastecimiento del combustible. Este tema no sería menor, indican las fuentes. Codelco y las mineras consumidoras de GNL -Collahuasi, Escondida y El Abra- iniciaron un peritaje con el terminal de Mejillones por la división de las capacidades del uso del terminal y la tarifa asociada a ese uso.

En abril, el proceso terminó gracias a que la estatal logró un acuerdo con GNL Mejillones, el que considera el uso de los servicios de regasificación de gas natural licuado por un período que podrá llegar hasta 2045.

Uno de los puntos relevantes en este acuerdo, indican las fuentes, sería la cesión que El Abra hizo de sus derechos de uso del terminal, lo que dejó a Codelco en mejor posición negociadora.

Sequía en la IV Región: 36 mil personas no tienen agua y camiones deben abastecerlas

Durante este año se han repartido más de 99 millones de litros de agua, según la Onemi. En Combarbalá, comuna con mayor déficit, 25 escuelas y nueve postas reciben apoyo hídrico.
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Las lluvias de mayo en la Región de Coquimbo no lograron contrarrestar los efectos de la sequía en la zona, donde los ríos se han adelgazado, los pozos están secos y los embalses apenas acopian agua. El último conteo de la Onemi cifra en 36 mil las personas que están sin suministro, principalmente en sectores rurales y que deben ser abastecidas por camiones aljibe del gobierno y los municipios.

Combarbalá, comuna ubicada en la Provincia de Limarí, enfrenta la situación más crítica. Allí son ocho mil los residentes que no tienen agua. El alcalde de la zona, Pedro Castillo, detalló que el 60% de la población sólo cuenta con el recurso hídrico que entregan los siete camiones aljibe que, de lunes a sábado, recorren 40 localidades.

“Estamos hablando de gente que si no pasa el camión no tiene agua para tomar y ese es el principal problema que estamos enfrentando: no tener agua para el consumo humano”, afirmó el edil.

Las dificultades de abastecimiento no sólo se dan en los hogares, la sequía también afecta a los establecimientos educacionales y de salud de la comuna.

“Estamos entregando agua a 25 escuelas y a nueve de nuestras postas y nos preocupa que las lluvias no sean suficientes para reducir el problema”, dijo Castillo.

El déficit hídrico también ha afectado la parte productiva de la comuna, complicando la crianza de cabras y la elaboración de productos locales como el queso.

El drama se repite en Monte Patria donde, según los registros del municipio, han muerto cerca de 30 mil caprinos y hay cinco mil personas sin agua. El alcalde Juan Carlos Castillo contó que se están repartiendo 150 mil litros de agua por día.

En esa comuna hay siete escuelas que reciben apoyo mediante camiones. El director de la escuela de Huatulame, Axel Alfaro, explicó que han pedido a los niños que se restrinjan al máximo en su consumo.

“En el pueblo estamos recibiendo cuatro camionadas de agua al día y hemos tenido que racionar el consumo a partir de las 19.00 y hasta las 6.00 de la mañana en las casas”, sostuvo Alfaro, quien aclaró que las precipitaciones registradas en mayo no sirvieron de mucho para revertir la sequía. “Necesitaríamos 500 milímetros este año para recuperar el sistema hídrico, las napas, y lograr que los ríos aporten agua a los embalses, que continúan con mínimos niveles de agua”, enfatizó.

El director regional de la Onemi, Rubén Contador, explica que desde enero a la fecha, en los sectores más afectados por la sequía de la Región de Coquimbo, se han entregado 99 millones de litros de agua para el consumo de la población.

CAMPAÑA

Para crear conciencia en la población sobre las consecuencias de la sequía, la Intendencia de Coquimbo lanzó la campaña “Córtala”, que busca que cada uno de los 700 mil habitantes de la región ahorre al menos un litro de agua al día, con acciones simples como lavar la loza sin el agua corriendo.

Además, se hizo un llamado a los 15 municipios de la región para que dejen de regar las áreas verdes: según cifras de la Superintendencia de Servicios Sanitarios de Coquimbo, este año se han gastado 278.445 metros cúbicos de agua para regado, y el año pasado fueron 769 mil. “El pasto aquí ya no puede ser, es muy bonito, pero tendremos que tener otro concepto de vegetación y de plazas”, puntualizó el intendente Mario Burlé.

También para paliar la sequía, el Consejo Regional de Coquimbo aprobó $7.000 millones para el programa de estimulación de nubes y la instalación de geomembranas que impermeabilizan los afluentes y evitan la filtración del recurso.

En la Provincia de Limarí, la más afectada por la sequía, también recurrirán a geomembranas, invirtiendo $ 800 millones.

El gobernador Milthon Duarte explicó que la técnica consiste en instalar un plástico especial que impermeabiliza los canales, “ya que un 30% del agua que escurre en ellos se pierde en infiltración”, aclaró.

El jefe de estudios meteorológicos de la Dirección Meteorológica de Chile, Juan Quintana, explicó que al analizar la cantidad de precipitaciones que se han registrado desde 2005, las cifras más negativas se dieron en 2012 en las tres cuencas hidrográficas de la IV Región. Y según los datos de la Dirección General de Aguas, el año pasado hubo un 77% de déficit respecto de un año normal en la hoya de Limarí, donde están las comunas más afectadas por la sequía: Combarbalá y Monte Patria.