domingo, 1 de junio de 2014

Calama: precipitaciones dejan daños por $3.500 millones

Efectos del sistema frontal en la zona norte del país.



El Gobierno postergó declaración de emergencia agrícola hasta el jueves, mientras se elabora un catastro de predios afectados.

El frente de mal tiempo que afectó a la zona norte sigue generando coletazos en las regiones de Antofagasta y de Atacama. Luego de más de 90 minutos de reunión, anoche representantes del Gobierno y agricultores decidieron postergar para este jueves la declaración de zona de emergencia agrícola en la provincia del Loa, que abarca las comunas de Calama, San Pedro de Atacama y Ollagüe, en la II Región.

Los campesinos manifestaron que siguen en “alerta roja” y exigieron ampliar el catastro a la mayor cantidad de predios, mientras que las autoridades se comprometieron a complementarlos con sobrevuelos para determinar y avaluar los daños provocados en los cultivos por lluvias, nevazones y vientos de hasta 100 km/h.

Más de 40 mil alumnos de esa región, y de Atacama, regresarán hoy a clases, suspendidas desde el viernes.

El municipio de Calama avaluó los daños en $3 mil 500 millones. El alcalde, Esteban Velásquez, informó que están concentrados en calles, casas y edificios públicos.

Tres pasos fronterizos -Ollagüe, Hito Cajón y Jama- fueron reabiertos, pero Sico, que conecta con Argentina, permanece cerrado. En San Pedro de Atacama, nueve atractivos turísticos también siguen cerrados, entre ellos salares y lagunas altiplánicas, un pucará -fortaleza indígena- y cavernas en la cordillera de la Sal. El Valle de la Luna y el Tatio están abiertos.

En Antofagasta, el intendente Valentín Volta anunció una inversión de $70 millones en pluviómetros que serán instalados en 14 quebradas aluvionales que desembocan en esa ciudad.

Más al sur, la Onemi decretó alerta temprana preventiva por lluvias en el Biobío, mientras que la Región de Valparaíso será afectada por un sistema frontal desde este jueves.

25 milímetros de agua precipitaron en la precordillera de la Región de Antofagasta durante tres días.
50 viviendas sufrieron daños por los vientos en Tocopilla.

94 vehículos detenidos desde el fin de semana ayer pudieron cruzar hacia Argentina.
Talca y Chillán: mala calidad del aire

En Talca, la mala calidad del aire por el humo de las chimeneas, sumado a la gran neblina que cae en las noches, hacen que la visibilidad en las calles sea casi nula durante la madrugada. Ayer se decretó en la capital maulina la tercera alerta sanitaria, medida inédita que comenzó el pasado viernes. “Están suspendidas las clases de educación física en establecimientos educacionales y las actividades deportivas durante todo el día. La prohibición del uso de leña va desde las 18 horas hasta las 24 horas”, aclaró la seremi de Salud, Valeria Ortiz.


Misma situación que se vivió en Chillán y Los Ángeles este sábado, cuando las autoridades declararon la inédita alerta sanitaria. Si bien el aire mejoró este domingo, ayer se declaró preemergencia ambiental en Chillán y Chillán Viejo.

Fuente: El Mercurio

Regulación de las aguas

El Código de Aguas requiere ciertos ajustes, pero no cabe duda que ha logrado impulsar la inversión en gestión e infraestructura de recursos hídricos.






EL AGUA es fuente de vida, salud y progreso de las naciones y sus habitantes. Es por ello que el anuncio de la Presidenta Bachelet en su discurso del 21 de mayo recién pasado, relativo a una modificación sustantiva al Código de Aguas, es mirado con expectativas y, a la vez, con preocupación.

Para nadie es un misterio que el Código de Aguas de 1981 y luego de más de 30 años de aplicación, requiere de un ajuste y adaptación a las nuevas circunstancias. Los objetivos que se trazó dicha legislación fueron absolutamente cumplidos, ya que se dio impulso a la actividad privada e inversión en materia de gestión e infraestructura de recursos hídricos, áreas en las que el Estado no tenía presupuesto para invertir.

La Presidenta también señaló que se mantendrá aquello que ha funcionado y ha dado buenos resultados, por lo que Chile no partirá desde cero.

En este marco es en el que debe darse cualquier reforma sustantiva al Código de Aguas. Los pilares fundamentales que deben protegerse para que la reforma sea exitosa son los siguientes: 1) Certeza jurídica de los derechos de aprovechamiento de aguas. El 73% de los derechos consuntivos son utilizados por la agricultura. No se puede afectar la propiedad de los derechos en uso o inminente utilización. Todos los proyectos que cuentan con financiamiento descansan en la seguridad y protección de estos derechos. El desafío en este punto es atacar la especulación de los derechos que se encuentran en propiedad de particulares, pero que no se utilizan. Una solución podría ser el aumento de la patente por no uso y mejorar el sistema de remate por no pago, el cual no ha sido posible aplicar por defectos de la legislación de 2005. 2) Mejorar el mercado cubriendo todas aquellas áreas en donde éste no puede actuar. Proteger a los grupos vulnerables y comunidades indígenas es un gran desafío. En este punto resulta fundamental consagrar la prioridad del consumo humano por sobre todo otro uso. 3) Fomentar la formación y profesionalización de las Organizaciones de Usuarios. 4) Avanzar en la gestión integrada de recursos hídricos. 5) Finalmente, mejorar la institucionalidad en dos aspectos; el primero, otorgando mayores atribuciones en materias de fiscalización a la DGA, aumentando las multas y penas asociadas a infracciones y delitos; y en segundo lugar, disminuyendo la alta fragmentación de instituciones con competencia en gestión de recursos hídricos (42 instituciones conforme al estudio del Banco Mundial de 2013).

Es importante señalar que fuera de estas reformas, lo que nuestro país requiere son mayores inversiones en infraestructura hídrica para contar con mayor disponibilidad de aguas. Embalses y recarga artificial de acuíferos asoman como desafíos realizables en el corto y mediano plazo. En este sentido, resulta interesante el capítulo elaborado por el ex director general de Aguas, Humberto Peña, para la Cámara Chilena de la Construcción, y que aparece en el Informe sobre Infraestructura Crítica para el Desarrollo

Fuente: La Tercera