Una investigación del Centro de Estudios de Valdivia y de la Dirección General de Aguas del MOP constató que esta zona tiene la segunda mayor superficie cubierta por hielos en el Chile continental, después de Campo de Hielo Norte y Sur. Pero el alza de las temperaturas y la baja en las precipitaciones han provocado un retroceso en los macizos.
“Vi todos los valles de una cadena de montañas, en la que las más altas cimas no se elevan casi más de 900 a 1.200 metros llenos de hielo, descendiendo hasta la costa”, escribió en 1845 el naturalista inglés Charles Darwin, sobre su visita a Tierra del Fuego. Y 164 años después, esta zona austral consigue dar sorpresas a los científicos chilenos: alberga 1.682 glaciares o macizos de hielo. Una cifra que convierte a esta área en la segunda más rica de Chile continental en reservas de agua dulce.
Esta cifra es consecuencia de un estudio del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (Cecs), financiado por la Dirección General de Aguas del MOP. Los glaciares detectados en este catastro se encuentran entre el sector de Seno Almirantazgo y el Canal Beagle (ver infografía). Se trata de un área que totaliza 3.289 kilómetros cuadrados de hielo, sólo superada en tamaño por Campo de Hielo Norte y Sur (entre la XI y XII Región), que totalizan 14.000 kilómetros cuadrados.
Andrés Rivera, investigador del Cecs a cargo del análisis, explica que la superficie que encontraron fue una “sorpresa”, pues mediciones preliminares estimaban que era de 2.500 kilómetros cuadrados. También se efectuaron mediciones en los glaciares de las islas de Tierra del Fuego como Santa Inés, Monte Sarmiento e isla Hoste.
Sin embargo, pese a la gran cantidad de glaciares, la mayor parte está en retroceso, debido a los cambios en la precipitación y temperatura en Magallanes en el último siglo. La zona ha tendido a calentarse en 0,98°C en los últimos 40 años. Las lluvias también han decaído: la esta- Oriana Fernández ción de Puerto Williams experimentó un descenso en precipitaciones de 200 milímetros en los últimos 50 años.
Esta situación ha provocado modificaciones en macizos como el Marinelli, que ha tenido un retroceso de 13,6 kilómetros en 93 años. Otros glaciares de menor tamaño han tendido a avanzar, aunque en baja escala y en corto tiempo. Es el caso del Garibaldi, que avanzó 1,1 kilómetro en sólo seis años.
Catastro en progreso
El director General de Aguas del MOP, Rodrigo Weisner, señala que con estos datos se puede conocer el potencial hídrico de la zona.
Este año se efectuó la primera campaña de medición en el glaciar Tyndall en esa zona, para determinar cambios en su elevación.
El directivo anuncia que el monitoreo realizado por universidades y centros científicos será mejorado con la futura instalación de una estación fluviométrica y una cámara multidisparo frente al glaciar Tyndall.
Se espera que a fines de este año, el Centro de Estudios Científicos entregue el catastro completo de glaciares en el país.
Andrés Rivera plantea que hasta ahora se ha determinado que existen cuatro mil de estas formaciones en todo el territorio.
Fuente: "La Tercera"
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