miércoles, 19 de agosto de 2009

Jorge Claro: la fiscalización de las salmoneras debe quedar en manos de la banca

El economista, que asesora a la Asociación de Bancos, propone que el sistema financiero encabece la formación de una entidad privada que tenga a su cargo un nuevomecanismo de control sanitario.

La semana pasada, el economista Jorge Claro entregó a la Asociación de Bancos el borrador del informe final sobre la situación del sector salmonero, tras la negociación de casi US$ 1.600 millones por la repactación de deudas. En él revisa las causas de la crisis provocada por el virus ISA y analiza la capacidad de las empresas para cumplir los contratos de refinanciación firmados con la banca, confirmando que gran parte de las salmoneras está en condiciones de cumplir sus compromisos.

Pero, fundamentalmente, Claro enfatiza los pasos que se deben dar para que no se repita la crisis sanitaria que se inició en 2008 y que, según sus estimaciones, llevará la producción nacional desde casi 700 mil toneladas en 2008 a un Héctor Cárcamo Silva rango de 360 mil a 460 mil en 2009 y un 10% menos en 2010.

La principal medida que identifica se relaciona con la necesidad de desarrollar un sistema de control sanitario que establezca buenas prácticas sanitarias, un sistema de auditoría externa permanente y sanciones para las firmas que no respeten estos protocolos.

El principal actor en este trabajo, recomienda Claro, es la banca. “Pienso que ahí los bancos tiene una tarea... lo que importa es que esto sea muy independiente de los controlados”, asegura, en alusión a que la entidad que se cree para dirigir toda esta institucionalidad no debe incluir a representantes de las salmoneras.

Si bien Claro propone que el sistema de control sea desarrollado por los privados, considera que en el futuro deberá ir trasladándose, al menos parcialmente, al sector público, aunque siempre con una fórmula de subcontratación de servicios de auditoría privada independiente.

El foco, advierte, es que se asegure que el crecimiento del sector a futuro sea prudente. “El problema esencial que veo es que hay distintos incentivos entre las empresas que tienen mucha deuda y los bancos en cuanto a cómo crecer en el futuro. Si yo, como empresa, siento que tengo un cheque en blanco para crecer, lo hago como sea, porque no arriesgo nada, pues buena parte del capital que tenía antes de la crisis lo perdí. Entonces, me estoy jugando una apuesta con la plata del casino”, apunta.

Para conducir todo este proceso, el economista negocia en estos días con la banca la posibilidad de prorrogar su contrato de asesoría por al menos un trimestre para licitar la elaboración de este código de buenas prácticas y el sistema de seguimiento de dicha normativa, además de coordinar la labor de los veedores designados por los bancos al interior de las salmoneras. A su juicio, en seis meses podría estar implementándose todo este sistema, aunque aún no están claros los plazos.

Capital

Claro descarta que al menos en 2009 y 2010 las salmoneras puedan requerir capital adicional por parte de los bancos. “Los mismos que han negociado los convenios saben que éstos tienen flujos de ingresos y costos que no tienen contemplados aportes nuevos de capital de los bancos. Eso tiene lógica, porque entrar a producir a tontas y a locas sin haber resuelto el tema sanitario, por lo menos, en todo 2009 y 2010 no tiene ningún sentido”, afirma.

Además, apuesta porque se produzca una concentración de la propiedad en el sector, por la necesidad de diversificar el riesgo sanitario en distintas concesiones y regiones. “Es muy probable que aquí tienda a pasar que haya adquisiciones o empresas que vayan diversificando las concesiones. Lo más probale es que el día de mañana se termine consolidando la industria en menos empresas. ¿Cuántas? Capaz que se llegue a 10 o 12”, dice.

Respecto del futuro de la producción de ovas luego de conocido el estudio de Marine Harvest y Sernapesca que confirmó el origen externo del ISA, Claro cree que “la tendencia natural va a ser que las ovas se produzcan en Chile”, aunque advierte que se deberá asegurar que esta incorpore los adelantos tecnológicos que se vayan dando en el mundo.

“En 2010 ó 2011 losbancos tendránunapelículamuy distinta.
Siefectivamentesenotaquelaproduccióndelas empresas tiene bajamortaldiad, costos bajosysepuede recuperarpotencialde exportación,va avolver el crédito”.

Fuente: "La Tercera"

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