lunes, 28 de septiembre de 2009

Menores costos financieros presionarán a la baja tarifas de dos mayores sanitarias del país

Una tendencia a la baja mostrarían las tarifas sanitarias de las principales compañías del país -como Aguas Andinas, Esval y Essbío- en sus próximas fijaciones quinquenales de precios, debido a la caída en los costos de financiamiento de las empresas, uno de los aspectos centrales que se consideran para el cálculo de las tarifas de este sector de servicios básicos.

El próximo 1 de octubre, Aguas Andinas -controlada por el grupo español Agbar- y Esval, ligado al Fondo de Pensiones de los Profesores de Ontario, Canadá (que en conjunto agrupan a cerca del 50% de los clientes a nivel nacional), intercambiarán con la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) los estudios técnicos para la fijación de tarifas, que partirán en marzo de 2010 y durarán hasta 2015.

Un aspecto fundamental en todos estos procesos es el cálculo de la tasa de costo de capital. Este concepto mide la rentabilidad de un negocio.

Los actores -empresas y la Superintendencia de Servicios Sanitarios- ya definieron que ésta será de 7%, el valor mínimo permitido por ley para que las empresas logren utilidades. En 1999 la tasa de costo de capital se fijó en 9,6%, y en la última negociación de 2004 llegó a 7,8%.

Esta caída se debe al menor costo financiero que tendrán las compañías debido al reajuste de tasas de interés que han registrado los papeles de largo plazo del Banco Central -bonos en UF (BCU) a 10 años y Pagarés Reajustables (PRC) a 20 años-, que desde 2004 han bajado entre 21 y 28%, respectivamente.

La superintendenta de Servicios Sanitarios, Magali Espinoza, explica que las tarifas se fijan de acuerdo a un polinomio de factores -que incluyen los costos de la energía e índices de precios locales e internacionales, entre muchísimas otras cosas (ver recuadro)-, pero el costo de capital es un factor muy relevante. "Un punto que baje esta tasa afecta entre tres y cinco puntos (porcentuales) las tarifas", dice la autoridad reguladora del sector.

Además de las fijaciones quinquenales, se van adecuando las tarifas cuando los factores del polinomio muestran variaciones significativas. De hecho, en 2009 se han registrado tres bajas en las cuentas de agua, que acumulan una caída de 5,3%.

Una vez intercambiados los estudios técnicos, las empresas sanitarias tienen hasta el 30 de octubre para presentar las discrepancias. Luego, hay un período de quince días en que se busca llegar a un acuerdo. "De lo contrario, se convocará a la comisión de expertos -que conforman Carlos Hurtado, Ricardo Paredes y Juan Pablo Montero- para que zanjen el asunto", explica la superintendenta.

En 2004 fue la última vez que se fijaron tarifas, y no hubo mayores problemas. Situación que se repetiría este año, dice una alta fuente de una de las dos empresas sanitarias. "El proceso es bien estudiado, pensado y siempre se lleva con la intención de llegar a acuerdo entre las partes, por lo que dudo mucho que esta vez sea distinto", asegura.

Con todo, en lo que va de 2009 otras 19 empresas han hecho el mismo procedimiento de fijación tarifaria con la SISS, y se estableció el valor definitivo de cinco de ellas.

Fuente: "El Mercurio"

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