viernes, 16 de octubre de 2009

El vino chileno se vuelve cada vez más amigable con el ambiente

Estrategias para combatir el cambio climático: El vino chileno se está poniendo ecológico. Cada paso desde la parra hasta la botella se está analizando acuciosamente para reducir el impacto sobre el medio ambiente.

No importa si es tinto, blanco, reserva, a granel o espumante. El objetivo es reducir la huella de carbono y ser más eficientes en el uso de la energía. Para eso, las viñas más importantes del país unieron fuerzas bajo el alero del proyecto "Eficiencia energética y cambio climático en el sector vitivinícola".

Se trata de un nodo tecnológico que encabeza la U. Alberto Hurtado (UAH) con la participación de los consorcios del vino Vinnova y Tecnovid y de la U. Católica, con el financiamiento de Innova Chile-Corfo.

"Lo que quisimos hacer es no sólo medir la huella de carbono, sino destacar que la mitigación del cambio climático se hace a través de medidas de eficiencia energética", explica Nicola Borregaard, de la UAH y directora del proyecto.

Y eso es lo que están implementando prácticamente todas las viñas. Varias experiencias se dieron a conocer durante un seminario en la materia realizado esta semana en Santiago.

Gansos y botellas

La viña Cousiño Macul, por ejemplo, optó por aislar térmicamente su bodega en Buin para reducir las pérdidas de temperatura en las cubas. Santa Rita construyó una bodega subterránea para 1,2 millón de botellas, lo que redujo casi a 0 su costo energético para mantener la temperatura a 15° en invierno y 18° en verano.

Los Vascos instalópaneles solares para calentar el agua con que sanitizan las maquinarias. Redujeron así en 70% su consumo energético anual.

La Viña Cono Sur, en tanto, en sus 210 ha. de uvas orgánicas no usa químicos nocivos para el ambiente. Y para fertilizar y controlar plagas o malezas emplean medidas físicas tan naturales como gansos, ovejas, insectos y plantas dentro del cultivo.

Reducir el uso del agua para el lavado de estanques fue uno de los objetivos de la Viña de Martino. "Pusimos a una persona exclusivamente a cargo de optimizar el uso del agua. Ahora sabemos exactamente cuánta se requiere para que los estanques de distinta capacidad queden limpios", cuenta Carlos Muñoz, jefe de proyectos y desarrollos de la viña. ¿Resultado? "Antes gastábamos 4 litros de agua por 1 de vino producido. Y logramos reducirlo a 1,5 por cada litro de vino".

Algunas viñas han calculado su emisión de CO {-2} y voluntariamente financian proyectos de eficiencia energética en países más pobres para compensar el impacto. Es el caso de Ventisquero: "Las toneladas de CO {-2} que emitimos en el transporte de nuestras botellas desde la bodega al país de destino las compensamos financiando proyectos de reforestación de bosques en Uganda y de generación eólica en Mulan (China)", cuenta Cristián Infante, subgerente de Planificación y Desarrollo.

Varias son las viñas que ya han adoptado las botellas ecológicas Ecoglass, de Cristal Chile. éstas son 10 a 15% más livianas que las tradicionales. No sólo baja el costo del flete. El país podría exportar 2,6 a 3,5 millones más de cajas de vino al año sin aumentar su producción de vidrio, estiman.

Si bien el sector vitivinícola no usa grandes cantidades de energía comparado con otras industrias, las razones para mejorar su eficiencia son múltiples, destaca Nicola Borregaard. "Por un lado, están las exigencias de los mercados internacionales. Cadenas como Wal-Mart o Tesco ya están imponiendo a sus proveedores medir su huella de carbono. Pero también hay una preocupación por innovar, por bajar costos energéticos y por reducir emisiones como parte de una responsabilidad social empresarial".

Huella

La huella de carbono cuantifica la cantidad de emisiones de gases invernadero liberadas a la atmósfera en la vida cotidiana o a lo largo de un proceso productivo.

Fuente: "El Mercurio"

El Tatio: firma responde por fuga de vapor

Geotérmica del Norte dijo que la fuga se produjo a más de 1,5 km del área turística, sin afectar al campo geotérmico.

La firma Geotérmica del Norte (GDN) informó ayer que el martes entregó a la Comisión Regional de Medioambiente (Corema) de Antofagasta la respuesta sobre la columna de vapor y agua, de 60 mts de altura, que emergió el 8 de septiembre pasado desde un pozo de prospección en El Tatio.

GDN dijo que la fuga se produjo a más de 1,5 km del área turística, sin afectar al campo geotérmico y que, tras consideraciones del Sernageomin, "se actuó con apego estricto a la Resolución de Calificación Ambiental y la práctica internacional".

Añadió que fue un "evento extraordinariamente inusual" y difícil de prever. Sobre el requerimiento de Sernatur, SAG y Conaf, solicitó ampliar el plazo.

Fuente: "La Tercera"

El desierto florece tímidamente en Atacama

Fueron poco más de 15 milímetros de agua caída durante este invierno entre Caldera y Chañaral, pero bastaron para que uno de los territorios más áridos del mundo volviera a florecer. En pleno desierto de Atacama, pequeñas amapolas blancas, argylias radiatas amarillas y suspiros de campo celestes cubren el seco paisaje que acompaña parte de la Ruta 5 Norte y que hace un par de días se convirtió en parada obligada de quienes transitan por el lugar.

Fuente: "El Mercurio"

Con radares y altímetros láser la NASA estudiará el hielo antártico

Hoy un avión laboratorio de la agencia espacial de EE.UU. realiza el primero de 18 vuelos sobre el continente helado para investigar los efectos del cambio climático en los hielos.

Punta Arenas Un avión DC-8 de la NASA será el laboratorio flotante para una veintena de investigadores e ingenieros estadounidenses. El equipo científico sobrevolará desde hoy la Antártica y con radares y altímetros láser penetrarán el hielo a más de 2 kilómetros de profundidad para medir su consistencia y debilitamiento por el cambio climático.

Michael Gaunce, gerente del proyecto de la NASA, explica que la misión "Ice Bridge" (Puente de Hielo), que se realizará anualmente durante los próximos cinco años, implica sobrevuelos desde 1.500 a 30 mil pies de altura. El objetivo es paliar el vacío que dejará el próximo cese de operaciones del satélite ICESat, puesto en órbita en 2003, que con tres láseres ha recogido información de los hielos. La NASA proyecta lanzar otro satélite (ICESat II) en 2014.

Rápido derretimiento

La misión comienza hoy, si las condiciones climáticas lo permiten, y terminará con un último viaje previsto para el 20 de noviembre. Cada operación será de once horas a bordo, aprovechando que el avión tiene una autonomía máxima de recorrido de 6 mil millas náuticas.

Según explica Seelye Martin -glaciólogo de la Universidad de Washington y de la NASA que encabeza el proyecto-, esta y otras campañas de su tipo ayudarán a los científicos a mantener la recolección de antecedentes acerca de la evolución de los hielos en las zonas polares de Groenlandia y la Antártica.

"Desde la última vez que vine (2004), el hielo de la península se derrite más rápidamente y prueba de ello es lo ocurrido con la plataforma Larsen", dice el científico.

En la misión también participarán investigadores chilenos invitados del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (CECs), del Instituto Antártico Chileno y de la Universidad de Magallanes.

Para Gino Casassa, glaciólogo del CECs, la misión es un puente que permite prolongar lo que ha sido la investigación con el altímetro láser del satélite del ICESat, que ha permitido nutrir a los científicos de la evolución permanente de los hielos en las zonas polares.

Víctor Jara, ingeniero chileno de la Universidad de Kansas, irá a cargo del funcionamiento de uno de los radares, que mide el espesor de la capa de hielo. El objetivo, cuenta, es estudiar las distintas capas, porque cada una almacena historia de la evolución climática. Un segundo radar penetra sólo los primeros diez metros de hielo y arroja cuánto ha nevado en determinado período, y el tercer equipo mide la elevación del hielo.

Fuente: "El Mercurio"