martes, 19 de febrero de 2013

Fármacos que llegan al agua alteran conducta de los peces


Presencia de drogas diluidas en ríos vuelve a estos animales más osados.


Los ansiolíticos pueden convertirse en una amenaza para el medio ambiente si terminan disueltos en ríos y arroyos.
Así lo demostró un estudio realizado en Suecia para analizar los efectos del oxazepam sobre percas salvajes, pez que abunda en ríos y lagos europeos.
Al observar el comportamiento de percas en estanques donde se disolvió este ansiolítico en la misma dosis que es posible encontrar en ambientes acuáticos suecos, detectaron que estas "se atrevieron a dejar la seguridad de su refugio y entrar a áreas potencialmente peligrosas", explicó Tomas Brodin, investigador de la Universidad de Umea y autor principal del estudio, que se publica hoy en Science. En contraste, agrega, "los peces no expuestos se quedaron escondidos en su refugio".
El agua con ansiolíticos también los volvió más antisociales, pues se distanciaron de otras percas, con lo que se expondrían a mayor riesgo de depredación. Además, su apetito se tornó más voraz que el de sus pares. Esto, dicen los autores, podría modificar sus patrones de alimentación y alterar los balances ecológicos, considerando que los peces son parte de una cadena alimenticia.
Para enfrentar el problema, los autores proponen desarrollar plantas de tratamiento de aguas servidas que capturen fármacos dañinos para el medio ambiente. Otra recomendación es no botar remedios al WC.

FUENTE: http://diario.elmercurio.com/2013/02/15/ciencia_y_tecnologia/mas/noticias/2df6626f-10dd-4830-8d67-722ba05326b8.htm

La estrategia de Aguas Andinas para enfrentar el peor verano de su historia


"Nos estamos viendo enfrentados a cambios en el comportamiento del clima que no se han dado de manera seguida en 25 años". Así se refiere Aguas Andinas a los aluviones de enero y febrero en la cordillera de la Región Metropolitana que derivaron en que más de dos millones de personas enfrentaran cortes en el suministro de agua potable en la capital.
La empresa acota que de los cuatro eventos funestos que se reportan este verano, el peor de su historia, la mitad pueden atribuirse a "fuerza mayor", es decir, la madre naturaleza, y los otros dos fueron restricciones acotadas que "son normales en la gigantesca red que administra la empresa de más de 22 mil kilómetros de extensión entre la red de agua potable y alcantarillado".
Por ello la empresa mantiene un planificado bajo perfil, porque confía en que la ley está de su lado en la demanda colectiva que anunció esta semana el Sernac. Además, la compañía ligada al grupo Agbar, dice tener un muy buen desempeño: "los índices de roturas de matrices de Aguas Andinas son bajos, similares a los de los países desarrollados", sostiene.
Pero hay temor de que el veleidoso clima les juegue una mala pasada. Por eso, Aguas Andinas dijo que está trabajando en una "nueva propuesta de obras que incluya escenarios de lluvias en invierno y verano que provoquen altas turbiedades". La compañía tiene un discurso comunicacional centrado en que no puede controlar los sucesos naturales: "las plantas de producción pueden tratar agua cruda, pero no barro", comentan a propósito de los aluviones que llevaron al cierre de las instalaciones para potabilizar el vital elemento.
Aunque el Gobierno ha amenazado con multas que sumarían unos $1.000 millones, la historia de las sanciones en el sector indica que éstas no parecen ser excesivamente onerosas. Las empresas sanitarias del país tuvieron que pagar el año pasado $1.404 millones en multas, principalmente por mala calidad del servicio. Aguas Andinas fue sexta en número de multas aplicadas y segunda en monto, con $193 millones. Para comparar, a septiembre de 2012 la compañía ganó $88.179 millones.
Además, las multas son apelables en tribunales, por lo que a veces no se terminan aplicando.
Las sanciones en el sector
La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) detalla que en 2012 se cursaron 76 infracciones y las multas más graves se le aplicaron a la empresa Essbío por deficiencias en sus plantas de tratamiento de aguas servidas de Mulchén, Chillán y San Carlos. Aguas Andinas, en tanto, falló en el servicio de recolección de aguas residuales en la comuna de El Bosque.
El año pasado también hubo 36 sanciones a industrias, por $208 millones en total, buena parte de las cuales corresponden a descargas de residuos a distintos cursos de agua o al alcantarillado de empresas del rubro alimentario como mataderos, lecherías, pesqueras, elaboradoras de productos porcinos o viñas.
¿Qué pasa este año? En enero de este año, la Siss también inició procesos sancionatorios y en números de investigaciones lidera Essbio, con 14 pesquisas a febrero de 2013 y no Aguas Andinas.
Desde 2000, el año donde más multas se cursaron fue el 2010, con casi 200 sanciones, pero cuando se cobró más por las infracciones fue en 2004, cuando aplicaron castigos por casi $2.400 millones.

FUENTE: http://diario.elmercurio.com/2013/02/17/economia_y_negocios/_portada/noticias/7cd4ac8c-5f08-4151-b180-38f4b0fbe0e0.htm