viernes, 24 de mayo de 2013

Informe oficial advierte que sistema eléctrico está al límite por falta de lluvias



Según el CDEC-SIC, ente que coordina la operación de las eléctricas, habrá déficit si falla una central en junio o julio.
La crítica situación de los embalses y la salida de la central Nehuenco dejaron al sistema expuesto.

Operando al límite. Así está hoy el Sistema Interconectado Central (SIC), el principal del país y que suministra energía al 94% de la población. La razón: embalses muy bajos por la sequía.

El informe del CDEC-SIC (entidad que coordina la operación de las eléctricas) fue emitido el 21 de mayo y solicitado por los clientes libres (grandes empresas) para determinar la seguridad del sistema.

Los principales embalses están operando a su mínimo, a lo que se suma la salida de la central Nehuenco de Colbún (que volverá a funcionar sólo a fines de junio). Eso deja al sistema expuesto si falla otra central de gran tamaño.

El CDEC-SIC modeló 3 tipos de operaciones, que van de condiciones normales a un funcionamiento afectado por la salida de una o más centrales. “En el caso de una eventual indisponibilidad de la central San Isidro I durante seis meses, se originarían déficit de suministro con un nivel de profundidad de entre 0,96% en junio y de 1,21% en julio. De presentarse hidrologías extremadamente secas, el sistema se encontraría en una situación de abastecimiento ajustado”, sostiene el informe. Si hay déficit de energía, la entidad recomienda postergar la mantención de centrales.

La situación más compleja se vivirá en las próximas cuatro a seis semanas, hasta que Nehuenco opere. En ese período todo el parque térmico será despachado. El CDEC-SIC reconoce que en condiciones secas el sistema estará ajustado en los meses de junio y julio.

René Muga, gerente general de la Asociación de Generadoras, señala la salida de otra central estresará más aún al ajustado sistema y “estaremos en una condición de mayor vulnerabilidad”. No obstante, agrega que como entraron en operación las centrales Bocamina II, Santa María y Campiche -que aportan unos 1.000 MW-, estamos en mejor pie que en 2012.

En mayo, la operación de las centrales hidroeléctricas ha seguido cayendo y representa sólo 25% de la generación total del SIC, mientras que en condiciones de hidrología normal el aporte supera el 55%. Hoy, el 40% de las centrales hidroeléctricas de pasada están realizando aportes mínimos.

Según señala la consultora eléctrica María Isabel González, de darse la situación de déficit la autoridad deberá aplicar un decreto de racionamiento preventivo para evitar cortes, porque el parque de respaldo en unidades diésel no sea capaz de cubrir toda la demanda.

“Las centrales hídricas están generando al mínimo y no son suficientes las centrales a carbón o las con gas. En caso de que falle una central, deberíamos estar pensando en un decreto de racionamiento preventivo”, dice.

En este sentido, indicó que la autoridad -tal como lo hizo hasta febrero de 2012- podría autorizar una baja de voltaje entre 5% y 10% en la distribución, el relajamiento de los criterios de seguridad en las líneas de transmisión para que se transporte más energía, y la también la posibilidad de comprar energía a los productores excedentarios del sistema.

El efecto en precios ya se siente. A partir de la segunda semana de mayo el costo marginal supera los US$ 200 y US$ 250 por MWh. Varias centrales de gas natural operan con diésel. Entre ellas, Candelaria. En abril, el marginal promedió US$ 166,1 por MWh.

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