martes, 15 de enero de 2013

Maule busca recuperar el agua

La rehabilitación de 20 tranques ya existentes, la construcción de 28 tranques de regulación corta y de 6 embalses de regulación interanual son algunas de las medidas concretas que se deben aplicar en la zona del Maule Norte para mejorar el problema de riego que enfrentan y que, obviamente, se torna más complejo en temporadas de sequía. Avanzar en estas medidas permitiría reducir las pérdidas de agua beneficiando a 2.750 agricultores de la zona.
Carmen Luz Ibarra
El Sistema de Riego "Maule Norte", en la VII Región, es el más extenso del país en superficie regada (75.000 ha regadas) y es también, uno de los más importantes en relación a la producción agrícola regional y nacional. La Asociación Canal Maule (ACM) que administra y controla los recursos de este sistema, está integrada por alrededor de 3.200 accionistas, los cuales mayoritariamente (95%) son medianos y pequeños agricultores de las comunas de San Clemente, Pelarco, San Rafael, Río Claro y Talca.
Y en el último tiempo no lo han pasado bien. En el 2010 fue el terremoto el que afectó la infraestructura de buena parte de la VII región, que fue reparada como para devolver la capacidad de riego a tiempo para la siguiente temporada. Pero en el camino el clima decidió intervenir y la sequía se instaló arriesgando la producción agrícola. Precisamente por los problemas que ya se venían viviendo y previendo que la tendencia futura será a la modificación y disminución de las lluvias, fue que hace la Asociación Canal del Maule decidió conocer en profundidad la realidad de los recursos hídricos y la eficiencia de su uso para lo que hace dos años, que inició un estudio sobre "Regulación y Gestión de las Aguas de Riego del Maule Norte", ejecutado por el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), con cofinanciamiento de Innova Chile de CORFO.
El objetivo era, como indica en una carta a Revista del Campo Demetrio Errázuriz, presidente de los canalistas del Maule, para "buscar fórmulas para aumentar la capacidad del embalse" del agua de la zon.
Tras analizar 54 tranques y embalses de cinco comunas de la provincia de Talca y concluyeron que en la zona norte el 79,7% del agua se pierde en el mar (algo similar a lo que ocurre en todo el país, producto principalmente de la estructura geográfica que hace que el agua caída tarde menos de 36 horas en llegar al océano). Pero, esa es sólo una cifra gruesa que no refleja la realidad de todo el recorrido del agua. Porque lo que el estudio mostró efectivamente fue que el sistema de riego de la Asociación de Canalistas tiene eficiencias de 90% en captación y 86% en condición. "Ambos valores son buenos considerando que nuestra red de canales tiene más de 1.350 km equivalente a la distancia entre Talca y Copiapó, sin embargo también se obtuvo como resultados teóricos eficiencias de un 38,2% en acumulación y de un 68% en la aplicación directamente en el predio agrícola", explica Julio Lavín, gerente de la Asociación Canal Maule.
Entonces, ¿qué explica ese 79,7% de pérdidas?
"El resultado de multiplicar todas estas eficiencias dio para nuestro sistema una eficiencia hídrica global de un 20,3%. Esta es una realidad en gran parte de las zonas agrícolas chilenas, somos deficitarios en embalses locales así como también los de alta cordillera que no están considerados en este estudio", precisa Zañartu.
En pocas palabras, la situación del Maule Norte es un reflejo de lo que ocurre en la mayor parte del país, donde escasean los embalses de riego -hay un atraso de más de 50 años, aunque en el último tiempo se viene apurando el tema desde el Ministerio de Agricultura (a través de la Comisión Nacional de Riego) y Obras Públicas.
"Esta situación es sin duda un reflejo de lo que es esperable encontrar en otras cuencas, por la falta de embalses para riego", indica el presidente de los canalistas maulinos.
No solo más acumulación
Por ello insisten en la necesidad de de mejorar la capacidad de acumulación de la zona, pero no sólo la de grandes obras.
"Actualmente, nuestra Asociación Canal Maule considera, tal y como lo muestra el estudio, que es un sistema muy deficiente en tranques y debe ser mejorado. Lo anterior sumado a las constantes sequías y cambio climático hacen fundamental pensar en un plan de ampliación de la capacidad de almacenamiento de aguas", recalca Lavín.
El estudio dejó claro que había problemas también en la infraestructura existente, como el embancamiento con sedimentos de 20 tranques. Por ello, la asociación está ya trabajando en la recuperación de esas capacidades. Además, a mediano plazo, está planteada la construcción de otros 28 tranques, considerados de regulación corta, y a largo plazo la de seis embalses de regulación interanual. A nivel del manejo interpredial también hay ineficiencias que subsanar. Por ejemplo, el riego por tendido -es decir, con mínima aplicación de tecnología- genera importantes pérdidas.
"Hay problemas tanto en los canales como en la aplicación del agua al suelo, ya que todavía falta mucha tecnificación, se sigue regando por surcos y con eso se pierde el 60% del agua. Estas son medidas que deben ir tomando", explica Luis Gómez, encargado del proyecto por parte del Cirén.
Por ello, uno de los principales desafíos de la Asociación es implementar, en el mediano plazo, el programa de tranques de regulación corta, los que pérmitirían acumular las aguas durante las horas que un agricultor no la está utilizando, aún cuando tenga los derechos, por lo que ese recurso se desperdicia.
"Si un agricultor riega 10 horas diarias, obviamente deja de utilizar sus derechos de agua las 14 horas restantes, por lo tanto si no posee obras de acumulación (tranques), estas aguas se pierden arrojando un factor de uso de 42% en época de riego. Si a esto sumamos lo que sucede en invierno donde no se riega y donde no hay posibilidad de guardar agua (tranque interanual), obviamente este factor de eficiencia de uso disminuye significativamente", explica Lavín.
Buena parte de los problemas son de desconocimiento y falta de conciencia en los mismos agricultores sobre la importancia de un manejo adecuado y de la incorporación de la tecnología como herramienta para paliar los efectos del cambio climático en el cambio de régimen pluviométrico.
"La gran mayoría de nuestros regantes son propietarios de predios con menos de 50 hectáreas, donde las pérdidas por aplicación o tipo de riego usado en el predio son superiores al 35%, principalmente influenciados por el riego tendido sin uso de tecnología. En este sentido, queremos trabajar más intensamente con los presidentes de comunidades de riego y pequeños agricultores dando a conocer los diferentes mecanismos, métodos y prácticas que permitan el uso más eficiente del agua, mostrándoles las fuentes de financiamiento disponibles para invertir en infraestructura y equipamiento, que permita garantizar el suministro de agua o paliar las pérdidas. Además de lo anterior queremos continuar implementando estaciones telemétricas de monitoreo que permitan mejorar la gestión en el manejo de nuestras aguas", precisa Lavín.
Si bien hay 90% eficiencia en captación, falta mayor tecnología en el manejo interpredial
 Financiamiento para avanzar
Los resultados obtenidos tras este estudio abordan obras de distintas magnitudes y, por tanto, diferentes en montos de inversión. ¿Cómo se financiarán? Lavín explica que los proyectos de rehabilitación de tranques existentes son abordables a través de subsidios como la Ley 18.450 de INDAP. Sin embargo, los proyectos de mayor nivel de inversión como los tranques interanuales requerirán de mecanismos distintos de financiamiento, por ejemplo a través del gobierno regional.
José Luis Gómez coincido con Lavín respecto a que los nuevos tranques se pueden financiar con la Ley del Fomento al Riego, mientras que los seis embalses interanuales o de temporada podrían abordarse con fondos del Ministerio de Obras Públicas o de gobiernos regionales.
Las nuevas obras
Respecto a los plazos para la construcción de las obras de riego, Gómez comenta que para tranques -es decir, menores a 50.000 m3- y embalses de regulación interanual -mayores a 1.000.000 m3- son muy variables, debido que las lluvias impiden usar la maquinaria.
¿Dónde se emplazarían estas obras?
En el caso de los tranques a rehabilitar, desde Pelarco hasta Bramadero; los tranques nuevos, desde Bramadero hacia el norte, siguiendo el trazado de los canales matrices, al inicio de la precordillera; y los nuevos embalses de regulación interanual, desde el sector Peralit -Las Brujas hacia el norte, en la zona vecina al río Lircay.

FUENTE: http://diario.elmercurio.com/2013/01/14/revista_del_campo/_portada/noticias/fe749359-a0e0-4b76-b2ff-8c66a1fb4530.htm


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