Hombres de distintas edades, todos vestidos con taparrabos y bandas blancas en la cabeza, se sumergieron ayer en una piscina con agua helada e inmensos trozos de hielo en Tokio. La idea: purificar su cuerpo y alma para comenzar el nuevo año. La actividad sintoísta, en la que participaron más de 100 personas, es un ritual de invierno y se inicia con una oración. En ella también se muestran las habilidades de resistencia y tenacidad.
http://diario.elmercurio.com/2013/01/14/ciencia_y_tecnologia/mas/noticias/44a5cd5f-bade-4ba9-88ab-b9bcee3ee3d8.htm
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