viernes, 26 de abril de 2013

Superintendencia: Agua en Iquique posee el triple de arsénico permitido


Distintas organizaciones reaccionaron con inquietud frente a esta constatación y acusaron que la calidad del recurso ha disminuido debido a la acción de las grandes empresas mineras en el sector. La exposición continua a este elemento puede provocar distintos tipos de cáncer, por lo que los ciudadanos emplazaron a las autoridades a intervenir en la materia.
Los ciudadanos de Iquique y Alto Hospicio, reaccionaron indignados frente al estudio de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, que se habría filtrado a la prensa esta semana, donde se comprueba, a través de mediciones realizadas en diciembre del 2012, que el agua tiene niveles críticos de arsénico y que también supera la norma en manganeso y sulfatos.

Estos elementos son sumamente dañinos para la salud, en específico el arsénico que se acumula en el cuerpo de las personas y aumenta fuertemente el riesgo de contraer cáncer.

“Expuestos a un volumen de tiempo largo, el arsénico produce cáncer al pulmón, vejiga, riñón, hígado y también cáncer a la piel. Además la exposición perinatal o en los primeros años de vida aumenta la mortalidad por enfermedades bronqueales”, explicó el toxicólogo de la Universidad de Chile, el doctor Andrei Tchernichin.

En este escenario, la empresa “Aguas del Altiplano”, encargada desde el 2004 del suministro de agua potable, indicó que están cumpliendo la normativa y que la empresa tiene de plazo hasta el 2017 para hacer las inversiones necesarias que le permitan para adecuarse a la norma.

El Comité de Defensa de la Madre Tierra – Tarapacá (CODEMAT), a través de su presidente, Arturo Neira, aseguró que las autoridades políticas han tratado de disminuir la gravedad del asunto, asegurando que “en el norte el agua siempre tiene arsénico”.

El dirigente, quien también es ingeniero en acuicultura, apuntó a la responsabilidad que tienen las autoridades frente a la poca regulación de la explotación indiscriminada del agua que hacen las empresas mineras y la falta de inversión que éstas realizan.

“El agua que consumimos en la región proviene de la pampa del Tamarugal que son alimentadas por las aguas que vienen de la cordillera. Estos depósitos han ido bajando con un bombeo que realizan las empresas mineras en las zonas cordilleranas y eso hace que las concentraciones naturales de algunos elementos, entre otros, el arsénico eleven sus concentraciones. Las empresas a través de tecnología pueden disminuir estas emisiones, pero eso implica una inversión que les hace disminuir las ganancias”, comentó.

“Creemos que cualquiera sea el origen del arsénico presente en el agua que bebemos, las autoridades deben obligar a la empresa que entreguen este elemento vital, que es el agua potable, con la calidad sanitaria exigida”, afirmó el especialistas y añadió que no se puede tolerar un servicio de tan mala calidad por cuatro años más.

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