Cuatro aeronaves se instalarán en Atacama y Coquimbo para dispersar yoduro de plata. Precipitaciones crecerían un 15%.
MATÍAS ROVANO BUSTOS
MATÍAS ROVANO BUSTOS
Este lunes concluirá la firma de los contratos con la empresa RG Aircraft, encargada del programa de "bombardeo" de nubes en las regiones de Atacama y Coquimbo, y con el cual se busca aumentar las lluvias en la zona. Según el seremi de Agricultura de Coquimbo, Juan Francisco García, a partir de la tercera semana de mayo podrá ejecutarse la iniciativa.
En cada región se instalarán dos aviones del tipo Piper Navajo o Cheyenne, que a su vez tendrán tres tripulantes (comandante, piloto "sembrador" y un operador meteorológico). Los vuelos serán por seis meses y en distintas horas.
"Nuestra idea es aprovechar los frentes durante el día y la noche. De manera que si es necesario hacer dos o tres vuelos por cada uno, tenemos el número de horas y de aviones disponibles", dice García.
Una de las novedades del proyecto es que se instalarán radares meteorológicos que identificarán los núcleos fríos donde lanzar el yoduro de plata. Con todos esos antecedentes, que se irán midiendo con 48 horas de anticipación, se establecerán los recorridos de los vuelos.
Cada nave tendrá 100 horas de vuelo y llevará 40 litros del químico, en dos generadores.
María Ester Baeza, gerenta de operaciones de RG Aircraft, explica que el costo bordea los US$ 2.500 por hora de vuelo.
Sobre la posibilidad de que las lluvias caigan en Argentina en vez de Chile, aclara que "no siempre se ha dado así. Nosotros no tenemos la habilidad de guiar las nubes hacia donde se desplacen. Tiene que ser el meteorólogo radarista quien indique la ubicación de todas estas nubosidades y medir los desplazamientos de los sistemas frontales antes que lleguen a Argentina".
CONDICIÓN
Las nubes deben poseer características específicas de cantidad de agua y temperatura.
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