Diputados de oposición critican compra directa de nuevos aparatos que tendrán más pitones, mejor blindaje y cámaras.
Pedro Lezaeta y Lucía Adriasola
Pedro Lezaeta y Lucía Adriasola
Aún ni tocan suelo chileno, pero ya dan que hablar. Para fines de este mes, o ya derechamente en junio -dependiendo de las posibilidades del proveedor- se espera que 4 de los diez nuevos carros lanzagua comprados por Carabineros en $3.200 millones lleguen desde Europa.
El resto de los aparatos debería ser entregado por la firma Pirecsa -representante en Chile de la austriaca Rosenbauer, que los construirá -, en un plazo que se extiende hasta abril del próximo año.
La compra de las máquinas se realizó por trato directo, lo que fue fustigado por los diputados de oposición Rodrigo González, Enrique Acorsi (PPD) y Gabriel Silber (DC). Dichos parlamentarios anunciaron que solicitaron ayer al contralor general de la República, Ramiro Mendoza, un pronunciamiento respecto de la resolución que adjudicó el contrato de compra a la citada empresa.
Por su parte, Carabineros se defiende a través del subdirector de Gestión y Control de Adquisiciones, coronel Jorge Garrido: "Se hace un trato directo porque las normas jurídicas que regulan la materia así lo permiten. Carabineros de Chile ha hecho esta adquisición en el marco de las normas jurídicas que, repito, regulan la materia, es decir, aquí ha habido licitaciones, llamados a licitación de carácter concursal, donde no ha prosperado la compra, esta es una compra que se está intentando realizar desde el año 2008".
En efecto, según los registros oficiales de Carabineros, se realizaron licitaciones en 2008, 2009, 2010 (dos) y 2011.
El antecedente de la existencia de licitaciones previas, según la versión del coronel Garrido, "establece que esto (la compra de lanzagua) no tiene ninguna relación con los incidentes del año pasado". El oficial, de hecho, dice que la adquisición "corresponde a la renovación del parque de este tipo de vehículos, que mantiene Carabineros permanentemente y que corresponde a un proyecto de un horizonte mayor".
Actualmente el parque de carros lanzagua a nivel nacional es de diez unidades. De ellos, cinco están operativos. Sólo dos tienen blindaje antibalas en sus vidrios.
Los nuevos carros policiales (ver infografía), tendrán no sólo pitones de agua en el techo sino que por el lado y en la parte frontal del chasis para evitar que manifestantes se acerquen y los escalen. Además se añadirá blindaje antibalas en ventanillas, aspersores contra ataques con molotov y cámaras de video tipo periscopio para grabar el entorno del vehículo.
40 horas de entrenamiento
en Austria para seis funcionarios incluye la compra de los nuevos lanzagua para Carabineros. Este proceso es de costo para la empresa importadora.
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