martes, 15 de mayo de 2012

EDIFICIOS DE OFICINAS YA EXISTENTES SON LOS MEJORES CANDIDATOS

Afirman los expertos que los edificios corporativos, aquellos manejados por un solo dueño, son ideales para el reciclaje bajo criterios de eficiencia energética. En los residenciales, la dificultad está en poner a todos de acuerdo.  

Felipe Álamos U. 
El interés crece.
"En el último tiempo se ha hecho más frecuente encargar auditorías de eficiencia energética para edificios ya existentes", asegura Peter Brill, gerente de Administración de Edificios de Fuenzalida Propiedades.
"De hecho, han surgido en Chile algunas empresas que ofrecen esta modalidad. El mercado ha tomado dinamismo en el último tiempo", dice el ejecutivo.
¿Quiénes son los principales clientes de estos servicios?
Indica Rolf Sielfeld, socio de Energy Arq, que los principales clientes de estos servicios -y de su consiguiente rehabilitación energética- son los dueños de edificios corporativos. "En cambio, en el caso de los edificios residenciales o de oficinas sin un dueño único, la propiedad está muy atomizada, lo cual dificulta poner de acuerdo a los copropietarios. Además, en Chile cuesta que los propietarios entreguen información de sus consumos energéticos, que compartan sus datos para tomar decisiones y hacer un seguimiento de las medidas adoptadas. Muchas personas tienen miedo a perder privacidad".
Agrega Diego Ibarra, socio de Energy Arq, que, en cambio, los fondos de inversión o las grandes corporaciones tienen -sobre todo en los países desarrollados- una visión de largo plazo en este tema, pues saben que una inversión de este tipo les trae beneficios. "En general, en Chile estamos en una primera etapa, en la cual aún tenemos la visión puesta en el ahorro energético. Las naciones más desarrolladas, en cambio, van un paso más adelante. Ellos saben que si gracias a un mayor confort térmico y mejor iluminación se logra aumentar la producción -por ejemplo, en un 1%-, la inversión se va a ver recuperada con creces. Es negocio redondo", afirma.
Además, indica Nathan Gauthier -quien formó parte del equipo que ha rehabilitado energéticamente cerca de 100 edificios en la Universidad de Harvard, y también socio de Energy ARQ Buildings-, ellos saben que el hecho de agregar la variable sustentabilidad a la edificación permite añadir valor a los edificios existentes.
"La renovación del espacio tiene que ver con el aumento del valor del activo. Pero el edificio no sólo va a valer más sino que también el negocio del fondo de inversiones o propietario del edificio será mucho mayor, pues arrendará más rápido, a mejor precio, y con cero vacancias. Un ejemplo clásico de ello fue lo que sucedió en la torre Sears de Chicago, que fue refaccionada con criterios sustentables. Ese edificio, pese a la crisis y a la gigantesca oferta de oficinas vacantes en la ciudad, logró colocar todos sus pisos".
De hecho, cuenta Nathan Gauthier, según un estudio de CoreNet Gobal y Jones Lang LaSalle, el 80% de los entrevistados señaló que están dispuestos a pagar más por estar localizados en un "edificio verde", y que un 90% considera la sustentabilidad cuando eligen un edificio para su oficina.
Camino exigente
Claro que para llegar a un nivel de sustentabilidad y confort térmico se debe seguir un acucioso proceso.
Explica Rolf Sielfeld que un factor clave es la implementación del plan de eficiencia energética, el cual se diseña una vez que se obtienen los resultados del estudio (auditoría energética).
En este ámbito, señala que un aspecto fundamental es ser realista. Y pragmático.
"A veces se comete el error de creer que la única solución es postular a una certificación LEED, pensar que fuera de ella no existe nada más. Pero hay muchos caminos intermedios, que permiten lograr grandes mejoras en la eficiencia energética y confort térmico de los edificios", asegura Nathan Gauthier.
Lo importante, señala Rolf Sielfeld, es preguntarse qué objetivos se desean alcanzar, el presupuesto con el que se cuenta y en base a ello decidir. "A veces con medidas acotadas se obtienen buenos resultados".
Asunto de hábitos
De esta manera, señala, se pueden realizar importantes avances mediante, por ejemplo, el cambio de los ventanales (renovación de fachada), optimizando el uso de la climatización o simplemente modificando ciertos hábitos.
Cuenta que, por ejemplo, una tesis de grado realizada por Simón Larraín (donde él fue su profesor guía), alumno de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, demostró que muchas veces las impresionantes diferencias de consumo energético entre edificios similares -15 hoteles, en el caso particular del estudio- pasan en gran medida por la manera de operar el edificio y sus resultados demostraron grandes diferencias con el benchmark local.
"Por ello, en algunos casos la mejora puede pasar por una labor educativa. Esa investigación mostró que existe un gran desconocimiento por parte de los directivos y empleados de las comunidades acerca de los indicadores y normas que caracterizan la eficiencia energética. A veces, ni siquiera saben que están gastando mucho ni tampoco dónde gastan (generalmente no existe medición de los consumos energéticos). Además, existen muchos mitos, que tampoco ayudan en la tarea de lograr mejores resultados".
Dice el especialista que, en esta etapa de implementación de las modificaciones para lograr una mayor eficiencia energética, es fundamental lograr que todos los involucrados se comprometan con los objetivos propuestos. Y que también es clave evaluar los resultados obtenidos, para corroborar si se han logrado los objetivos planteados.
Planificación clave
Lo importante, dicen los expertos, es ser inteligentes en el proceso de cambio. "Si está mal planificado, los costos se elevan".
En este ámbito, una buena coordinación es clave. "En Chile, el arquitecto tiene un rol más protagónico que en otros países. Además, hay que considerar que a diferencia de otros países, donde existe la figura del MEP (Mechanical, Electrical and Plumbing) -una sola gran empresa que ejecuta varias especialidades y que es la contraparte del arquitecto-, en Chile las especialidades están atomizadas, por lo que se requiere de alguien que unifique el equipo", indica Sielfeld.
Por ello, señala, el profesional a cargo debe ser capaz de coordinar a las distintas empresas que se harán cargo del proyecto para llegar a un buen fin.
 Tarea integral
En un reciente seminario del Colegio de Gestión y Administración se analizó de qué forma los edificios, residenciales y de oficinas, pueden lograr avances en materia de eficiencia energética.
En el encuentro se concluyó que operaciones como calefacción, iluminación, transporte vertical y motores en general, representan un factor esencial de consumo en las comunidades, y que allí existe un potencial importante de ahorro energético, que pueden ser o no complementados por cambios más radicales en la construcción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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