Poco a poco se han ido desarrollando diversos proyectos basados en el uso de energía solar, y no sólo para generación de calor o electricidad, sino también para fomentar la producción de distintas industrias.
La energía solar tiene un sinfín de usos. A pesar de lo que la mayoría puede pensar, ésta no sólo se utiliza para generar electricidad o para el calentamiento de agua, sino también para múltiples actividades en las distintas industrias. Es así como la energía solar se ha integrado fuertemente en la agricultura, en la minería, iluminación y para la desalinización o sanitización de las aguas, entre otros.
Respecto a la tecnología para la generación de electricidad por medio de paneles fotovoltaicos llega, en la actualidad a 70 mil MW instalados, representando aproximadamente el 0,5% de la demanda eléctrica mundial, una cifra interesante pero pequeña comparada con el requerimiento total del planeta.
Menores costos
Así lo señala Rodrigo Escobar, profesor de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica, y gerente del Área de Energía Solar del DICTUC, quien destaca que lo interesante en este tema ha sido la reducción continua en el costo de los fotovoltaicos. "Esto se está dando hace unos tres años lo que ha permitido mayor competitividad respecto a las tecnologías tradicionales. Por lo tanto, se ha acelerado la tasa de introducción de fotovoltaicos en el mundo".
Respecto a la concentración solar, añade que su avance ha sido más precario que el fotovoltaico, pero igualmente destacable. "Su capacidad instalada es más pequeña. Si sumamos los proyectos definitivos y en desarrollo de plantas de España, Estados Unidos, el norte de África, India y China, la cifra no supera los 10 mil MW", explica el profesional.
No obstante, agrega que la concentración solar es un tema relevante ya que permite utilizar sistemas de almacenamiento de energía. Es decir, se guarda calor en un medio a alta temperatura, se almacena como energía térmica para convertirla en eléctrica, dependiendo de la demanda que se requiera o cuando no se disponga de energía eléctrica.
"Es la única en su tipo que se puede almacenar. En el fondo, puedo producir electricidad en el momento en que se necesite, y no se requiere depender de la radiación. Un valor agregado que no tiene la energía por fotovoltaicos".
Otras tecnologías con energía solar son las térmicas, que están destinadas a la calefacción de aguas para procesos industriales, o asociadas a proyectos de menor escala que los eléctricos. Es ampliamente distribuida y hay países donde su presencia es fuerte como en Brasil, Israel, Grecia, Alemania, Taiwán y España, lugares donde existe una legislación adecuada o incentivos para aquellos que instalan o utilizan calefacción de agua sanitaria por energía solar. En Chile, el desarrollo es más incipiente, pero se ha producido un importante avance en los últimos años. Es una alternativa que está creciendo y penetrando cada vez con más fuerza en el mercado nacional.
Rodrigo Escobar comenta que, sin duda, la energía solar seguirá desarrollándose en todo el mundo e integrándose cada vez más en nuevos mercados, pero está consciente de que quedan algunos desafíos por cumplir.
"Principalmente hay que seguir trabajando en cuanto a reducción de costos de esta tecnologías, lo que continuará ocurriendo debido a las mejoras e innovaciones y por las economías de escala. La tendencia es a la baja, lo que permitirá un mayor desarrollo".
Agrega que otro aspecto muy relevante es la necesidad de ir integrando a nivel mundial estas nuevas tecnologías con las ya existentes, de manera de ir acomodando las energías renovables al esquema tradicional.
"Para ello, se requiere un cambio de paradigma, por la generación variable de estos nuevos sistemas de energía solar. Hay que analizar los niveles óptimos de penetración y, por ende, lograr complementar los distintos sistemas en todo ámbito. Esto no pasa sólo por adecuar una tecnología, tiene que ver con una integración de todas, desde la solar a la eólica. Cada una tiene sus ventajas y áreas geográficas donde ofrece mejores condiciones. El reto es acomodar los sistemas eléctricos a la variabilidad", señala.
Un futuro iluminado
Analizando la cantidad de recursos, el mundo tiene muchos miles de veces más radiación solar, y que se puede convertir en electricidad para satisfacer la demanda mundial. Rodrigo Escobar señala que técnicamente no existe impedimento para que la energía sea 100% solar, sin embargo, para lograrlo se requiere de otros aspectos.
Entre ellos, reducción de costos, integración del sistema, competencias por usos de suelos y disminución de los riesgos de cada proyecto de manera que permitan un financiamiento más accesible.
"Los gobiernos y distintas industrias del mundo están trabajando para ir eliminando poco a poco las barreras que existen para la penetración de la energía solar. Dentro de 5 años se irá abriendo el mercado para mayores desarrollos fotovoltaicos y de concentración solar, los límites sólo están dados por la viabilidad de los proyectos, niveles de penetración e infraestructura ya instalada", concluye el experto.
Referentes mundiales
Rodrigo Escobar, profesor de la Escuela de Ingeniería de la PUC, menciona algunos referentes a nivel mundial en las distintas tecnologías desarrolladas con energía solar. En concentración solar, Estados Unidos y España poseen la mayor cantidad de plantas instaladas. Y en el norte de África y el Medio Oriente se desarrollan importantes proyectos. En tecnología fotovoltaica, Europa lleva la delantera, seguido de Estados Unidos, República Checa y Alemania. En tanto, en suministro de calor industrial y residencial, Dinamarca posee las plantas más grandes del mundo para calefacción solar y también para aguas sanitarias.
En Chile hay varios proyectos ingresados al sistema de impacto ambiental, pero aún no se han desarrollado por falta de financiamiento. "No obstante, la Minera El Tesoro, al interior de Calama, se encuentra desarrollando una importante planta que será una de las más grandes del mundo en su tipo, destinada para la refinación de cobre".
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