martes, 1 de septiembre de 2009

Calentamiento global: entrando en detalles...

A medida que crece el consenso de que ningún país podrá quedar al margen de compromisos frente al calentamiento global, en Chile se está comenzando a hilar más fino en este tema. ¿Cómo son nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y cómo se proyectan? ¿Cómo debemos mitigar y cómo adaptarnos? ¿De qué forma debemos negociar los compromisos?

En diciembre próximo, ministros y representantes de más de 180 países se reunirán en Copenhague para replantear las metas y ajustar nuevos compromisos para enfrentar el cambio climático post 2012, fecha en que "vencen" los compromisos adoptados a través del Protocolo de Kyoto en torno al calentamiento global. Y si bien los países en desarrollo, como es el caso de Chile, se encuentran en la categoría que este Protocolo dejó sin obligaciones de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), hay un consenso bastante avanzado de que esto cambiará.

"La estructura del protocolo de Kyoto ya es historia. Ahí los países en desarrollo solo participaron en los mecanismos de desarrollo limpio. Ahora se requerirá de la incorporación gradual desde 'sin compromiso de reducción' a contar con 'políticas amigables con el clima', para luego pasar a fijar límites al crecimiento y hasta metas de reducción absolutas", indicó Christiana Figueres, vicepresidenta del Bureau de la Convención Marco sobre el Cambio Climático, en el seminario "Cambio Climático ¿Oportunidad o Amenaza para la Economía Chilena?", realizado el 18 de junio en forma simultánea en Santiago, Concepción y Copiapó. La experta recordó que en Copenhague ya dos países latinoamericanos -Brasil y México-deben presentarse con las llamadas 'acciones apropiadas de mitigación', que implican un primer grado de compromiso, y en la ronda que sigue les tocará a Chile, Argentina, Colombia y Venezuela.

El ex Presidente chileno Ricardo Lagos, Enviado Especial de Naciones Unidas para el Cambio Climático, indicó también en esta oportunidad: "si de aquí al 2050 no se hace nada en países en desarrollo, el mundo no es capaz de mantener los niveles de emisión en los rangos que den seguridad a la vida en el planeta. Para estos países, lo que está implícito en esta negociación es que será la última sin metas concretas". Y opina que incluso si no hay acuerdo en Copenhague, habrá nuevas normas sobre cómo producir en el mundo si se quiere vender, y las emisiones ocuparán un rol central en la actividad económica.

Hora de Actuar

Otra de las ideas que ha tomado fuerza es la señalada hace ya tres años por el Informe Stern "La Economía del Cambio Climático", respecto de que el costo de no hacer nada supera ampliamente el costo de hacer algo. Y se agrega que, en el caso de los países en desarrollo, es mejor empezar a contribuir ahora que hay mecanismos de financiamiento y apoyo internacional y de paso incrementar con ello la competitividad- y no esperar a que cambien las reglas.

Esto explica, en parte, la sucesión de encuentros que se han desarrollado este año en Chile para dimensionar el problema, conocer estrategias de otros países y debatir la situación chilena. Eventos realizados por CEPAL con las embajadas británica y francesa, foros de universidades, seminarios desde el sector empresarial, entre otros, han enriquecido este debate, centrado más bien en la mitigación y, también, algo en la adaptación (ver recuadro i). La Universidad Católica creó en abril el Centro de Cambio Global, mientras que algunos sectores productivos están impulsando estudios y acciones sobre la huella de carbono, y se siguen creando proyectos de venta de bonos de carbono y energías más limpias (ver recuadro 2). La CONAMA, por su parte, está echando a andar el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático 20o8-20i2,dado a conocer en diciembre pasado. Así, poco a poco, el país está entrando en detalles para avanzar en este tema. Una inquietud que subyace a estas iniciativas es cómo transformar en oportunidad, y no en una amenaza, el nuevo escenario que plantea el cambio climático.

Chile: Emisiones Crecientes

Según indicó Eduardo Calderón, ejecutivo de Colbún, en el lanzamiento del Centro de Cambio Global de la Universidad Católica, Chile representa sólo el 0,2% de las emisiones globales de CO2 y el 5,7% de las de Latinoamérica. "Pareciera que somos insignificantes y, por lo tanto, no debiera preocuparnos mucho hacer esfuerzos para reducir nuestras emisiones, pero si adoptamos esa actitud, más temprano que tarde nos pasará la cuenta", sostiene. Porque hay que considerar que aproximadamente el 74% de los países del mundo emite menos CO2 que Chile y el 75% de los países tiene un PIB más bajo que el de Chile. "Esto constituiría una señal importante al momento de clasificar si Chile debe y puede soportar un compromiso para reducir sus emisiones", indicó. Por otra parte, señala que Chile es el país occidental con mayor crecimiento en las emisiones de GEI desde 1990: hasta el 2004 había duplicado la tasa media de su región y cuadruplicado la tasa mundial por habitante, y se ubica dentro del 30% de los países con mayores emisiones per capita.

Un reciente estudio de la Universidad de Chile sobre consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero en el país, calculó que en los últimos 16 años las emisiones energéticas y de procesos de gases de efecto invernadero en Chile se duplicaron, y se estima que en los siguientes 16 años estas aumentarán 2,9 veces. Los mayores incrementos se darán en los sectores de generación eléctrica y transporte.

Fuente: "Revista Fundación casa de la Paz"

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