jueves, 14 de mayo de 2009

Barrick y Glaciares

En carta publicada anteriormente, el ex secretario ejecutivo del Tratado Minero Chile-Argentina, Ramón Rada, pretende defender la “sustentabilidad” del proyecto Pascua Lama, pero sin hacerse cargo de los argumentos expuestos por Barrick y por mí en cartas anteriores.

La empresa dijo que “carece de veracidad afirmar que la exploración de Pascua Lama ha destruido” los glaciares Toro 1 y Toro 2. En respuesta, yo cité las fotos del libro ‘Glaciares Chilenos: reservas estratégicas de agua dulce’ (Ejército, SNA y Chile Sustentable, 2006), que revelan los daños de prospecciones (caminos, zanjas, etc.) realizadas por Barrick. A causa de esto, en 2005 sólo quedaba el 38% del glaciar Toro 1 y el 29% de Toro 2.

A mayor abundamiento, la ministra de Medioambiente, Ana Lya Uriarte, reconoció hace unos días que “sí hubo impacto en la etapa de exploración”. Sobran razones para dudar de Barrick. En fase de trámite ambiental, cambió tres veces su versión sobre los glaciares. Primero negó su existencia, luego la reconoció, pero afirmó –para escándalo de la comunidad científicatener experiencia en trasladarlos, y al final volvió a negarlos y dijo que sólo “actúan como glaciares”.

En enero Noruega se deshizo de las acciones (€ 140,5 millones) que tenía de Barrick, a sugerencia del tribunal ético de su fondo de pensiones, debido al “severo daño ambiental” causado a los recursos hídricos de Papúa Nueva Guinea. Ahí, la empresa vierte mercurio y otros metales pesados en un río desde 1990. ¿Podemos permitirnos la confianza del señor Rada, si, ya antes de dar luz verde a Pascua Lama, se destruyen reservas de agua dulce del Valle de Huasco?

Fuente "La Tercera"

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