“El recorte en el abastecimiento de agua a la ZMVM ha desatado una crisis, pero este sólo es una cara del problema. La otra parte es el enorme consumo de agua que se da en la ciudad, que es en promedio 320 litros al día por habitante. En cambio en otras ciudades del mundo el consumo es mucho menor. Por ejemplo, el promedio de consumo por habitante en Nueva York y París es de 200 litros al día y en Barcelona de 114 litros al día. Sin este enorme consumo, probablemente las presas del Sistema Cutzamala registrarían mayores volúmenes almacenados de agua y no serían necesarios los recortes.
El consumo desmedido de agua se ha arraigado en la cultura diaria de los habitantes de la urbe: se lavan los coches con manguera; se deja la llave abierta del agua al lavarse la boca; también se limpian las banquetas utilizando mangueras, etcétera.
Una de las razones de estos hábitos de consumo son los incentivos que genera la política tarifaria del agua. El costo del metro cúbico de agua (1,000 lts.) que se envía a la ZMVM por medio del Sistema Cutzamala se encuentra altamente subsidiado y se cobra de 2 a 5 pesos. Esta situación hace que las personas no valoren lo que en realidad cuesta un litro de agua puesto en la comodidad de su casa y, por lo tanto, se tienda a hacer mal uso del recurso al considerarlo abundante y barato.
Si la tarifa del agua reflejara al menos su costo real de producción el desperdicio se vería reducido. Sería absurdo ver en la calle a personas lavando sus carros con el líquido de aguas de botellas de 5 pesos el litro, ya que esto les resultaría sumamente caro."
Fuente: "México para los mexicanos"
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