Ayer se inauguró la XXXVI reunión del Tratado Antártico en Bruselas, a la que asiste una delegación de nuestro país.
Richard García
Discutir nuevas normas de preservación del ecosistema antártico es uno de los objetivos centrales de la trigésima sexta reunión del Tratado Antártico, que se inauguró ayer en Bruselas.
La reunión es una forma de mostrar lo que cada país firmante ha hecho en favor de la ciencia y la ecología en el continente antártico. "Nosotros repartimos el boletín del Instituto Antártico (Inach), el programa nacional de investigación científica antártica y otros doce documentos en español e inglés a los 29 miembros del tratado", cuenta a "El Mercurio" José Retamales, director nacional del Inach y jefe alterno de la delegación nacional en la conferencia. "Con esto mostramos nuestra actividad y que a Chile le importa la Antártica".
No en vano el país mantiene una reclamación territorial que se ha mantenido congelada por más de 50 años tras la suscripción del tratado.
Cada vez hay más interés de otros países por sumarse al tratado y eso potencialmente podría debilitar la posición nacional.
Es así como acaba de adherir como vigésimo noveno miembro la República Checa, la que desde hace cinco años está haciendo ciencia en la Antártica. Para conseguirlo debió mostrar documentos y publicaciones que mostraran su labor acorde con el tratado y la protección al medio ambiente.
Según Retamales, la entrada de este país le conviene a Chile, ya que la República Checa accede a la Antártica a través de Punta Arenas. "A través de nuestro país el vínculo aéreo es más sencillo", destaca.
Este año ingresaron a la Antártica a través de Chile dieciocho países (más de la mitad de los firmantes del tratado), de los cuales 15 ya eran miembros consultivos del tratado. Los otros fueron la República Checa (que acaba de adherir), Portugal y Venezuela.
También durante la conferencia se abordará el tema de la búsqueda y salvamento de embarcaciones siniestradas, en el que nuestro país junto con Argentina juegan un rol protagónico, ya que son responsables de atender estos llamados de auxilio en forma prioritaria en la Antártica occidental. "Nos corresponde demostrar que Chile, cuando es necesario, pone todos los medios, navíos, aviones, a disposición de quien lo requiera", destaca Retamales.
Ayer en la inauguración de la cita en Bruselas, el príncipe Alberto de Mónaco formuló un llamado a crear grandes áreas marinas protegidas en torno a las aguas antárticas. Al respecto, Retamales precisó que ese es un tema que debe resolver una organización paralela que funciona dentro del tratado: la convención para la conservación de los recursos vivos marinos antárticos. "El tema se va a mencionar aquí, pero el tema debe resolverse en el seno de esa convención".
La delegación que participa en la reunión es presidida por Camilo Sanhueza, titular de la Dirección Antártica del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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