Señor director:
La propuesta de limitar los plazos de las concesiones acuícolas, presentada por el ministro de Economía, refleja la falta de visión de futuro que existe en el gobierno y que no se impulsa una política de acuerdos para ayudar a la industria salmonera a reestructurarse y salir adelante.
Es curioso que no se den cuenta de que la propuesta no tiene fundamentos lógicos. Por años, Chile ha sido un país minero, donde las regulaciones a las concesiones se basan en el reconocimiento de éstas como “derechos reales e inmuebles” y en el otorgamiento del derecho de propiedad de éstas al titular correspondiente. Asimismo, la ley minera asegura que la concesión de explotación tendrá una duración indefinida (art. 17 Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras).
Al igual que en el caso de las minas de cobre, Chile tiene en sus manos la posibilidad de posicionar a la industria salmonera como un motor de crecimiento y desarrollo para el país. Las concesiones indefinidas otorgan a los empresarios mayor seguridad política, económica y jurídica, entregando más estabilidad a la industria en general.
Nuestro país requiere de la recuperación inmediata de este sector productivo. Durante años, los salmoneros generaron grandes beneficios para la nación y, especialmente, para los trabajadores de la Décima Región, quienes hasta el momento han sido las mayores víctimas de la pasividad de un gobierno incapaz de tomar medidas rápidas y concretas.
Alfonso Lecaros Mackenna
Fuente: "La Tercera"
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