Antofagastinos denuncian irregularidades en el proyecto de planta desalinizadora a construir en la región, acusando que no ayuda a la descontaminación de las aguas, sino que agrava la situación y acaba con la vida marina. En tanto, organizaciones sociales llaman al Gobierno a revisar los estudios científicos que evidenciarían esta situación.
Académicos y analistas acusan al Gobierno de no escuchar las denuncias que la sociedad científica ha realizado, respecto de la calidad y contaminación del agua de la Región de Antofagasta.
Según las denuncias de sus habitantes, la empresa Aguas Antofagasta estaría próxima a construir una nueva planta desalinizadora, la que según el químico Aldo Mundaca, se construiría a un costo muy inferior respecto de otros proyectos similares. “Acá no están utilizando la última tecnología que se debería utilizar, ya que nosotros vivimos en un área extremadamente delicada en este tema, porque además de tener contaminantes naturales estamos recibiendo muchos contaminantes a través de los procesos mineros”, aseguró.
“Tenemos un problema doble”, expresó Mundaca, haciendo alusión al agua del Río Loa, cargada con arsénico. Así lo ratificó Juan Vega, miembro de ONG Bidas y especialista en contaminación de aguas. “La alta concentración de arsénico, boro, plomo y mercurio, por mencionar algunos, constituye un factor de aumento en patologías como diabetes, tuberculosis, cáncer y malformaciones congénitas”, explicó, fustigando el proyecto de Aguas Antofagasta S.A., que estaría implementando una planta que “no cumple con la normativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque tiene decenas de elementos perjudiciales para la salud”.
Vega responsabilizó a la autoridad sanitaria regional, por haber aprobado un proyecto sin realizarle los estudios ambientales pertinentes además de no contemplar un lugar para acumular los minerales filtrados. “En esta ciudad la planta que trata el agua no es capaz de tratar más del 5 por ciento. Cientos de miles de químicos que están parando en el mar y de ahí el agua que le dan a tomar a todos los antofagastinos”, aseguró Vega con preocupación.
La organización no gubernamental Bidas instó a la autoridad del ramo a reformular el proyecto encomendado a la empresa Aguas Antofagasta, sosteniendo que si bien es necesario generar una planta desalinizadora en la región, ésta debe garantizar la salud de los habitantes y tomar en cuenta los estudios y análisis científicos.
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