miércoles, 27 de enero de 2010

Oxidación- Desinfección

El cloro es probablemente el reactivo oxidante y desinfectante por excelencia en tratamiento de aguas. Su acción microbiocida se explica por su destrucción de rutas bioquímicas vitales para los microorganismos. Cuando el cloro se disuelve en agua reacciona con ella según las ecuaciones siguientes:
Cl2 + H2O ___ HClO
HClO _____ ClO- + H+
A pH menor de 2 existe en el medio cloro molecular, a pH igual a 5, fundamentalmente ácido hipocloroso, mientras que a pH mayor de 10 el cloro esta como íon hipoclorito, de menor poder microbiocida y oxidante que las otras especies.
Respecto a la dosificación de cloro, ésta se realiza bien mediante hipocloritos en pequeños abastecimientos, mediante cloro líquido en grandes etapas. En este último caso, el cloro líquido contenido en unos contenedores especiales de acero, debe primero gasificarse mediante unos evaporadores de cloro, después se regula su caudal en función de dosis y de caudal de agua a tratar mediante unos equipos denominados cloradotes, mezclándose el caudal concreto de cloro con caudales definidos de agua ya tratada. Finalmente, esta disolución de cloro en agua es lo que se dosifica en realidad al agua a tratar mediante difusores que pueden ser simplemente tubos agujereados.
El dióxido de cloro es otro reactivo efectivo en tratamiento de aguas destinadas a consumo humano para el control de olor/sabor en aguas tratadas, en la reducción de los contenidos de fe y Mn del agua bruta, así como capaz de reducir de forma importante la producción de trihalometanos respecto al tratamiento habitual con cloro. Asimismo su poder bactericida es superior en términos generales al del cloro y comparable al del ozono. Además tiene interés de ser más persistente que el cloro en las redes de tuberías de distribución de aguas, con el efecto de una mayor garantía en la potabilidad del agua suministrada que esto supone.

Fuente: Aguamarket

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