miércoles, 27 de enero de 2010

Medidor de flujo electromagnético

Una de las ventajas del medidor de flujo electromagnético, es el flujo sin ninguna obstrucción. El fluido debe tener cierta conductividad, ya que el medidor opera con el principio siguiente: cuando el conductor móvil atraviesa un campo magnético incluyen un tubo alineado con un material no conductor, dos bobinas electromagnéticas y dos electrodos montados y separados 180º de la pared del tubo. Los electrodos detectan el voltaje que genera en el fluido. Como el voltaje generado es directamente proporcional a la velocidad del fluido, un flujo volumétrico mayor genera un voltaje más elevado.
Una característica importante de este tipo de medidor es que su salida es independiente por completo de la temperatura, la viscosidad, la gravedad específica y la turbulencia.
Los medidores de flujo electromagnéticos dependen de su capacidad de relacionar la distorsión de un campo magnético con la velocidad turbulenta que fluye sobre una cabeza sensible de geometría regular.
Es necesario hacer calibraciones antes y después del uso debido a la variación en el cero y los sesgos causados por otros efectos.
Estos medidores están restringidos a ser utilizados con fluidos conductivos por ejemplo son ampliamente usados en la medición de caudal de líquidos.
Llegan a tener un intervalo de medición muy amplio (arriba de 1000: 1) y aparentemente no tienen cambios significativos por deriva de uso, lo que los hace ser seleccionados como primera opción en los sistemas de distribución de agua. Típicamente estos medidores no se ven afectados por las perturbaciones en el flujo.
Fuente: Aguamarket

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