martes, 3 de noviembre de 2009

Agua, decoración y paltas: los negocios de los hermanos Puntous

Son socios históricos del grupo Gildemeister Los hermanos franco-alemanes Bruno, Gabriel y Raymond Puntous Gildemeister vinieron por primera vez a Chile en 1976. Sus abuelos vivían en nuestro país y su padre, que era piloto, tenía la oportunidad de trabajar aquí. Al final sólo se quedaron tres años.

Pero los negocios que tenían sus abuelos maternos en Chile finalmente los hicieron volver. "Nosotros vinimos acá a vivir el sueño americano", cuenta Bruno.

La idea de venirse a Chile tenía como uno de sus objetivos acercarse a los negocios familiares; son los socios históricos del grupo Gildemeister que en Chile es, entre otras cosas, representante de Hyundai. "Cuando llegamos aquí estaban solamente nuestros abuelos a la cabeza de sus empresas y con una sola hija, nuestra madre, que no iba a tomar el relevo en los negocios", cuentan los hermanos. Además, tenían la intención de crear sus propias empresas. Fue así como, en sociedad con su madre Elna, crearon el grupo Hansa.

Hoy, el grupo está diversificado en 5 rubros y si anualmente facturan unos US$ 5 millones, para 2010 la apuesta es llegar a los US$ 9 millones gracias a la consolidación de los negocios.

Mondó, una tienda de objetos de diseño, fue la primera empresa que crearon, y rápidamente se convirtió en un referente en la comercialización en Chile de los diseños de destacados profesionales como Philippe Starck.

Además, en un campo en Ovalle cultivan paltas que exportan directamente a los supermercados Carrefour en Francia. También tienen otra empresa de cecinas francesas - Mas de Provence-, y el año pasado ingresaron a la propiedad de Know How, una compañía que ya llevaba más de 10 años en el mercado y que se dedica a hacer merchandising y muebles especiales para el retail.

El nuevo proyecto

Hoy están embarcados en un nuevo negocio: el 24 de noviembre lanzarán una marca de agua pura embotellada de la Patagonia. "En todo el mundo se hablaba que el petróleo del futuro era el agua", asegura Bruno para explicar por qué llegaron al rubro.

Las botellas de Aonni -diminutivo de los nativos de la zona que eran los Aoniquen- se venderán en Santiago en restaurantes como el Happening.

Pero la idea principal es exportar a otros países. Ya presentaron el producto en la feria Fancy Food de Nueva York y vienen llegando de Dubai donde participaron en rondas de negocio que organizó ProChile en el marco de la semana de chile en el emirato.

Y aunque prefieren no hablar de inversión, cada botella tendrá un costo aproximado para el público de entre US$ 10 y US$ 12.

Fuente: "El Mercurio"

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