En el ámbito industrial, el uso de estos implementos está orientado al almacenamiento de todo tipo de sustancias, algunas de ellas riesgosas. Para no afectar la salud de las personas o dañar el medio ambiente, es necesario tener en cuenta medidas específicas de seguridad.
En estos días, el uso de estanques y contenedores es mucho más avanzado que décadas atrás. Los expertos aseguran que su uso es más controlado y que las empresas son más exigentes respecto a su calidad y a sus funcionalidades.
Francisco Javier Morera, docente de la Escuela de Construcción de Duoc UC sede Valparaíso, explica que en la industria nacional de la elaboración, por ejemplo, la logística de las materias primas importadas es un elemento muy relevante que se maneja en la cadena de suministro, y gravitante en los costos de producción.
"El abastecimiento de esas materias primas es mayoritariamente por vía marítima desde mercados abastecedores muy diversos y lejanos, considerando que ya nuestra industria no depende en sus materias primas en forma exclusiva de Estados Unidos o de Europa como era en un pasado no muy lejano. Esos nuevos mercados ofrecen volúmenes y calidad de productos a valores muy convenientes para cambiar las formas de trabajo, de un manejo de envases a un manejo de graneles sean estos líquidos o sólidos", señala el experto.
De esta manera, los contenedores y los denominados isotanques o tanktainer se han debido diseñar en forma rigurosa de acuerdo al Código IMDG (International Maritime Dangerous Goods Code), lo que debiera dar garantías de que son elementos seguros y controlados para dar un servicio de transporte multimodal, pudiéndose traspasar de una nave a un camión o a un vagón de ferrocarril, y viceversa.
Según la experiencia de Morera, el control podría perderse fuera del ámbito marítimo, en la manipulación en el transporte terrestre o al interior de la industria en operaciones para las que no fueron diseñados, lo cual podría generar situaciones de emergencia o algún tipo de problemas.
"Normalmente, los inconvenientes se generan por uso en operaciones para las que no fueron diseñados o por la manipulación con herramientas y maquinarias no adecuadas y también por falta de conocimiento acabado de sus características y manejo por parte de los usuarios", dice.
Y esto es más preocupante aún -agrega- cuando se transportan sustancias peligrosas, como se da muy frecuentemente en la industria química, alimentaria y farmacéutica.
¿Cómo se organiza un buen plan de prevención? Raimundo Torres, docente del Área de Procesos Industriales de la carrera de Técnico e Ingeniería en Prevención de Riesgos, Calidad y Medio Ambiente de INACAP Santiago Sur, asegura que siempre se debe considerar, en primer lugar, el cumplimiento de la legislación y normativa vigente y asociada al tema, realizando un levantamiento de las obligaciones legales dentro de la empresa, la cual debe estar liderada por la alta dirección.
Lo segundo que se debe considerar -agrega- es lograr la identificación y evaluación de los riesgos a los que se está expuesto en cada dependencia, edificio o puesto de trabajo, para que las medidas adoptadas puedan facilitar la reducción y gestión de tales riesgos y la planificación de las intervenciones de emergencias.
Los aspectos a considerar dentro de este plan deben ser los siguientes: certificación de bodegas, estanques y contenedores; cumplimiento de leyes, decretos y normas; programas de inspecciones y observaciones de seguridad; programas de capacitación; acciones en terreno; procedimientos de trabajo seguros; planes de emergencia, y planes de contingencia, entre otros.
La importancia de la certificación de estanques y contenedores para favorecer la seguridad es preponderante en este sentido. El profesor de INACAP señala que la certificación de estos implementos y de las dependencias asociadas al uso y almacenaje de estos elementos es muy importante como una primera medida de seguridad. Este aspecto -a su juicio- debe estar inserto en la gestión preventiva para evitar situaciones indeseadas, como son los accidentes asociados al trabajo con estos elementos.
"Una buena medida es que el control y la fiscalización por parte de la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) y de la Seremi de Salud han aumentado en el último tiempo. Son éstas las instituciones que fiscalizan y supervigilan el cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias, y normas técnicas sobre almacenamiento, transporte y distribución de combustibles líquidos, gas y sustancias peligrosas. Además, verifican la calidad de los servicios y que estas actividades y operaciones no constituyan peligro para las personas y la población", concluye.
Los principales riesgos
En cualquier tipo de industria, faena, laboratorio, fábrica y taller hay que cuidar el uso de estanques y contenedores, ya que un descuido podría afectar a más de una persona si es que éstos contienen sustancias peligrosas. Raimundo Torres, docente de INACAP Santiago Sur, dice que esto reviste una gran importancia desde el punto de vista laboral, ya que los riesgos inherentes e incorporados a estos implementos se encuentran asociados a consecuencias graves y bastante posibles, como incapacidades temporales, invalidez parcial, invalidez total, gran invalidez o incluso la muerte.
Algo similar ocurre si se piensa en la población, ya que la falta de prevención se podría asociar a riesgos de incendios, biológicos, químicos y físicos, dependiendo de la sustancia o elemento a almacenar, o a exponer a las personas a derrames o agentes contaminantes en el ambiente.
Tampoco hay que olvidar el medio ambiente. Torres señala que los impactos negativos que puedan generar los accidentes asociados al uso de estanques y contenedores pueden llegar a ser muy nocivos en el aire, el agua o la tierra.
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