Una vez terminada la construcción, el Proyecto Pozo Almonte generará más de 60.000 MWh al año y ayudará a abastecer de energía a las compañías mineras Collahuasi y Codelco.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este lunes el cierre de financiamiento de US$41,4 millones para el Proyecto de Energía Solar Fotovoltaica Pozo Almonte y Calama en el desierto de Atacama, en el norte de Chile.
El préstamo otorgado a Solarpack Chile consiste en US$20,7 millones provenientes del capital ordinario del BID y US$20,7 millones del Fondo Climático Canadiense para el Sector Privado de las Américas (C2F), administrado por el Banco.
El proyecto, que contempla la construcción, operación y mantenimiento de tres plantas de energía solar fotovoltaica, es una de las iniciativas de energía solar más grandes en América Latina y el Caribe. Además, contará con una capacidad de generación de 26,5 MWp y abastecerá de energía a las compañías mineras Collahuasi y Codelco.
Los principales beneficios esperados del proyecto son promover una fuente de energía local para diversificar la matriz energética de Chile, cuya capacidad de generación depende en un 75% de combustibles importados; sustituir combustibles fósiles por un recurso renovable que atienda a las necesidades de la industria minera, el cual es responsable del 18% del consumo de electricidad del país; y reducir las emisiones de CO2 en 56.000 toneladas por año.
La planta Calama está operando desde abril de 2012.
El préstamo otorgado a Solarpack Chile consiste en US$20,7 millones provenientes del capital ordinario del BID y US$20,7 millones del Fondo Climático Canadiense para el Sector Privado de las Américas (C2F), administrado por el Banco.
El proyecto, que contempla la construcción, operación y mantenimiento de tres plantas de energía solar fotovoltaica, es una de las iniciativas de energía solar más grandes en América Latina y el Caribe. Además, contará con una capacidad de generación de 26,5 MWp y abastecerá de energía a las compañías mineras Collahuasi y Codelco.
Los principales beneficios esperados del proyecto son promover una fuente de energía local para diversificar la matriz energética de Chile, cuya capacidad de generación depende en un 75% de combustibles importados; sustituir combustibles fósiles por un recurso renovable que atienda a las necesidades de la industria minera, el cual es responsable del 18% del consumo de electricidad del país; y reducir las emisiones de CO2 en 56.000 toneladas por año.
La planta Calama está operando desde abril de 2012.
En tanto, las plantas Pozo Almonte 2 y 3, una vez terminada la fase de construcción en octubre de 2013, tendrán una capacidad de 25.4 MWp.
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