martes, 22 de enero de 2013

Surge nueva evidencia de que en Marte hubo agua

El hallazgo de rocas que se forman en presencia de este elemento entrega más datos a la investigación.  
Margherita Cordano 

Menos de dos meses después de su arribo a Marte, científicos de la NASA confirmaron que el robot Curiosity había cumplido con parte de su misión: encontrar evidencia para sostener que alguna vez hubo agua en ese planeta. El anuncio se dio en septiembre de 2012 y su base fue el hallazgo de grava -rocas que comúnmente se encuentran bajo el agua- en las cercanías del cráter Gale. "Se ha escrito un montón sobre los supuestos canales de Marte y se han hecho muchas hipótesis. Hoy hemos pasado de las especulaciones sobre el tamaño del material del lecho a la observación directa", explicó entonces William Dietrich, investigador responsable de la misión.
En efecto, la presencia de agua en Marte es un tema que por años ha atraído al mundo científico; esto debido al importante rol que jugaría en el desarrollo de vida microbiana.
Antes de este descubrimiento, en los 70 ya se especulaba sobre la presencia de canales, valles fluviales y fondos marinos. En 2003, la sonda Mars Odyssey detectó partículas de agua helada bajo la superficie, lo que después se reafirmó con el descubrimiento de hielo en el casquete polar norte, en 2009.
En 2011, la agencia rusa Roscosmos anunció que la superficie del Planeta Rojo contenía vapor de agua. Poco después la NASA dijo que el explorador Opportunity había dado con una veta de sedimentos minerales depositados, presuntamente, por agua.
Esta vez, un nuevo descubrimiento viene a respaldar la hipótesis de la presencia del elemento: científicos a cargo de la nave Mars Reconnaissance Orbiter, también de la NASA, indicaron haber descubierto una serie de rocas planas con huellas de carbonato y minerales de arcilla. Ambos minerales, se explicó, se forman en la presencia de agua.
"Estas nuevas observaciones sugieren la formación de carbonatos y arcilla en un lago en la cuenca cerrada del cráter McLaughlin", indican los científicos estadounidenses en la revista Nature Geoscience, donde se publicó el hallazgo.
El cráter McLaughlin posee 92 kilómetros de diámetro y 2,2 kilómetros de profundidad. Se carece de pruebas que indiquen que en su superficie hubo canales de gran afluencia, lo que hace pensar que, de existir un lago, éste se habría alimentado exclusivamente de aguas subterráneas.

FUENTE: http://diario.elmercurio.com/2013/01/22/ciencia_y_tecnologia/mas/noticias/c3e80058-f3a3-4cc4-9eb2-de8f4adf5a89.htm

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