Pese a que el gobierno dijo que la interrupción del servicio no se debió a "falta de energía", Uruguay le vendió 500 MWh.
El gobierno de Cristina Fernández responsabilizó a las distribuidoras de electricidad de esta situación, advirtió que es muy probable que vuelva a repetirse y sostuvo que no se trata de que haya un déficit energético, pero la prensa uruguaya aseguró que su país le vendió a Argentina hasta 500 megawatts/hora (MWh). Los cortes provocaron el enojo de algunos usuarios al punto que en algunos barrios de Buenos Aires los vecinos organizaron cacerolazos.
El lunes, el ministro de Planificación, Julio de Vido, aseguró que este verano “la posibilidad de cortes se va a incrementar porque hay mayor consumo, hay mayor demanda de las industrias y algún transformador, algún cable puede fallar”, pero fue enfático al sostener que “en ningún caso hay cortes por falta de energía”. Ayer, en tanto, el jefe de Gabinete transandino, Jorge Capitanich, afirmó que “cuando la temperatura supera los 32 grados promedio” durante varios días consecutivos, el “sistema (eléctrico) entra en tensión”. Así apuntó a que los cortes son consecuencia del crecimiento económico: “La demanda energética crece porque más argentinos han accedido a empleo”, y en consecuencia, “a más bienes durables, como aires acondicionado”, lo que supone un mayor consumo.
Los analistas atribuyen los cortes de luz a una mezcla de la falta de inversión de las empresas y falta de planificación estatal en el sector energético, fuertemente subsidiado y donde las tarifas están congeladas desde hace años.
Al responder a las versiones de que no hay suficientes inversiones en el área energética, Capitanich dijo que “desde el Estado promovemos todo lo que significan inversiones, pero indudablemente el ritmo de la demanda crece por crecimiento industrial, consumo domiciliario”. Afirmó que el Ejecutivo propició que “en los últimos diez años” el sistema energético creciera en “10 mil megavatios de inversión”. Pero responsabilizó a las empresas distribuidoras de energía eléctrica por los cortes, al sostener que estas compañías “deben invertir” para “garantizar el suministro” a los consumidores.
“La demanda ha crecido por encima de la oferta; si no se actualizan las tarifas, las empresas no hacen inversiones; el gobierno debería garantizar la rentabilidad del negocio y falta planificación estatal, aunque las distribuidoras también deben tener el sistema en perfectas condiciones”, dijo Eduardo Fernández, consultor y ex director de Combustibles en la Secretaría de Energía, citado por la agencia The Associated Press.
Opositores dijeron, en tanto, que los últimos años el gobierno nacional no ha desarrollado suficientemente la producción de energía eléctrica. Según datos oficiales, en el período 2003-2011 se habría invertido unos US$ 20.000 millones en el sector energético. Y a comienzos de mes, el ministro De Vido viajó a Rusia y China con el objetivo de atraer inversiones para ese mismo sector por unos US$ 20.000 millones. De hecho, en ese viaje se firmó un acuerdo entre la estatal argentina Enarsa y la empresa hidroeléctrica rusa Rushydro.
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