Ambas represas fueron declaradas en ?agotamiento? a fines de abril, y desde esa fecha dejaron de aportar energía al sistema.
Tras casi un mes de estar paralizadas por la falta de agua, dos de las principales centrales hidroeléctricas del Sistema Interconectado Central (SIC), Ralco y Pangue, volverían a operar, gracias a las lluvias que dejará el temporal que afecta al centro sur del país.
Según fuentes de Endesa, Ralco y Pangue fueron declaradas, a fines de abril, en “agotamiento” por el CDEC-SIC (organismo que coordina la operación de las centrales). Como estaban en su nivel mínimo de acumulamiento de agua, no podían aportar energía al sistema.
En conjunto, ambas centrales tienen una potencia instalada de 1.157 megawatts (MW) y representan 9% de la capacidad instalada del sistema de 13.500 MW.
El SIC es el mayor sistema eléctrico del país. Abarca desde Taltal a Chiloé y abastece de energía eléctrica a más del 94% de la población.
Los informes técnicos y meteorológicos que maneja Endesa indican que el temporal dejará unos 100 milímetros de lluvias en las zonas de Biobío, Maule y Laja, lo que ayudará a recuperar en parte los embalses, afectados por la sequía.
“Los embalses quedarían en condiciones de operar con mayor normalidad de lo que lo hacen hoy día”, dicen las fuentes.
Producto de la sequía que ya se extiende por cuarto año consecutivo, el aporte de la generación hidroeléctrica estaba entre los más bajos de la historia. Según datos del CDEC-SIC, hasta antes de las lluvias sólo 25% de la energía demandada está siendo aportada por centrales de embalse y pasada. El 75% restante se produce con centrales térmicas a carbón, gas y diésel. Esta última es la más cara y contaminante del sistema.
Hasta el cierre de esta edición, las lluvias habían elevado el nivel del Ralco, pero su embalse aún se encontraba en mínimos técnicos; es decir, sin poder operar. Las fuentes dicen para que se llene el embalse se requiere que el nivel del agua suba unos 30 metros. Ayer, en todo caso, se observó un aumento en los caudales del río Biobío.
En las eléctricas, lo que más destacan es la nieve que comenzó a caer sobre la cota de los 1.200 metros en las cuencas que abastecen los embalses. Ejecutivos de las generadoras afirman que la acumulación de nieve es clave en el mejoramiento de las perspectivas de suministro de mediano plazo. La nieve permite elevar los caudales en primavera. “Ha caído nieve de buena calidad, sólida, sobre la cota de los 1.200 metros, y eso es bueno para los deshielos de este año”, dicen las fuentes.
En el caso de Pangue (en la foto), la central se encuentra en la calidad de “reserva en giro” del sistema, es decir, no está operando, pero sí está en condiciones de comenzar a generar energía en la medida que sea necesario.
En Endesa comentan que Pangue está a unos dos metros de alcanzar su nivel máximo de acumulación de agua, pero que no está considerado entre los planes de la eléctrica verterla a los cauces en el caso de que se alcance la cota máxima. Durante las últimas semanas, la central se ha dedicado a acumular agua para los regantes de la zona.
Las lluvias no sólo favorecerán la operación de estas centrales, sino que ayudarán a mejorar las perspectivas del sector eléctrico para los próximos meses. Como consecuencia de la sequía, el sistema opera con costos altos al tener que utilizar las centrales de generación más caras. Es así como en lo que va de mayo, el costo marginal -lo que pagan las empresas por comprar energía en el mercado spot- en el SIC promedia US$ 201,2 por MWh, un alza de 21,1% respecto de abril, cuando alcanzó los US$ 166,1 por MWh.
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